Hoy este pueblo de Cabaiguán, en camino al centenario de la municipalidad en 2026, tiene tintes de aborigen, español, canario y africano

Por: Hugo Crespo Crespo
Cada 11 de julio se celebra el día mundial de la población y con motivo de la fecha, nos parece prudente analizar en estas breves líneas, cuestiones relacionadas con los primeros habitantes que dieron lugar a lo que hoy día recibe el nombre de Cabaiguán, como término municipal.
Es evidente que nuestra comarca fue también sitio donde moraron los primeros pobladores de Cuba, con certezas de la existencia de aborígenes del grupo cazadores-pescadores-recolectores en mayor medida, en más de 40 sitios arqueológicos encontrados en la localidad.
Algunos de estos vestigios de la cultura sibotaína estuvieron en Manaquitas, El Guajén, La Yamagua, El Purial, El Corojo, Dajao, La Yaya, Ceibacoa, Jíquima, Cacahual, Cayajaca, Neiva y otros, donde se ha podido observar la abundante huella indígena que ha pasado a engrosar el léxico español. Tanto es así que zonas como Bijabo y Macaguabo, deben su nombre a que eran lugares donde abundaban la bija y la macagua.
Refiere Orlando Álvarez de la Paz, en Cuaderno de Historia cabaiguanense Tomo III, que en noviembre de 1987, Santiago Silva García, director del grupo Caonao de la Sociedad Espeleológica de Cuba y dos de sus miembros, Antonio Hernández y Alec Silva, descubren las primeras evidencias de un asentamiento aborigen en la localidad de La Aurora.
El sitio aborigen, de igual nombre, se localiza a más de 45 km de la costa sur de la región central de Cuba; por lo que está considerado como mediterráneo o de tierra adentro.
Se sitúa a 700 m, al noroeste del poblado del mismo nombre y a 450 m de la margen izquierda del río Tuinucú, muy próximo (40 m) a uno de sus afluentes: el arroyo Cayajaca; dentro de los límites del territorio de Cabaiguán, en la provincia de Sancti Spíritus.



La Aurora es el único espacio ocupado por los aborígenes en Cabaiguán donde aparecen artefactos de concha de forma significativa, además de un conjunto herramental de piedra en volumen y tallada de relevancia dentro del grupo de comunidades hasta ese momento reportado en el municipio.
Según plantea Rogelio Concepción Pérez, en Historia de Cabaiguán, Tomo I, el origen de la voz Cabaiguán, es indígena. La toponimia de región parece haber dado este nombre en honor a la iguana, animal que, junto a la jutía, la tortuga, peces, aves y los perros mudos, formaban entre otros la fauna primitiva que los indios cubanos empleaban en su alimentación.
La etimología de esta palabra Cabaiguán, aparece expuesta en la obra inédita del investigador Carlos A. Martínez Fortún, titulada ¨Diccionario de voces indígenas de la toponimia cubana y sus derivados españolizados¨ . Según este texto CABAIGUÁN, es una voz siboney que traducida al español significa: Ca, tierra; ba, morada; iguán, iguana; es decir, TIERRA, MORADA DE LA IGUANA.
En el estudio titulado ¨ Los aborígenes en Cabaiguán, de Orlando Álvarez de la Paz y Santiago Silva García, se coincide en que este el término es de origen aborigen, pero en cuanto a considerar a Cabaiguán, lugar donde habite la iguana, argumentan que los verdaderos topónimos indoamericanos debían decirle algo a sus creadores, algunos tienen que ver con la presencia de determinada especie animal o vegetal y que en esta zona, no existe un habitad apropiado, ni se han encontrado estos de este saurio como para reafirmar esa teoría.
El nombre de Cabaiguán, que parece haber sido único en la toponimia indígena cubana y en la de los demás países de la tierra, tiene, no obstante, algunas expresiones muy parecidas en la Isla. Algunas de ellas son relativamente cercanas como la del río Camagán en Camajuaní, y la del río y antiguo partido rural de Trinidad, denominados Cabagán. En lugares más distantes aparece Cabaniguán en Las Tunas y Cuartón de Cabagán en Yara.
Entre los años 1948 y 1950, según informe de los vecinos del lugar, el Doctor Gonzalo Martínez Fortún, en compañía de algunos espeleólogos y antropólogos encontraron en la loma de La Campana, restos humanos al parecer indígenas, a los que se les atribuyó la edad de unos 500 años.
En nuestro municipio, todavía, persiste la creencia entre los ancianos pertenecientes a las familias más antiguas de este lugar, de que fue alrededor de la loma de La Campana o Estralgo, el sitio donde tenía su asiento el pueblo indio de Cabaiguán, el cual se abastecía de agua del arroyo denominado Cabaiguán, que cruza por la falda de dicha loma, atravesando la actual población. Este arroyo o cañada, a causa de la erosión de las tierras por el desmonte y las repetidas labranzas durante decenios, ha perdido la totalidad de su caudaloso torrente.
Hoy este pueblo, en camino al centenario de la municipalidad en 2026, tiene tintes de aborigen, español, canario y africano, pues tampoco escapamos de ese ajiaco contagioso que definió Don Fernando Ortiz. No obstante, de todo el ingrediente existe uno que ha perdurado más aquí que en otros sitios y este ha sido el proveniente de las Islas Afortunadas, esos siete promontorios, que, desde el lejano Atlántico, han tejido un puente con el caimán antillano, donde Cabaiguán es sin dudas llamada con todo honor, por uno de sus epítetos; la Capital Canaria de Cuba.