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Ricardo Jorge Oropesa, un galeno que dejó huellas en Cabaiguán

Hoy el nombre y trayectoria de Ricardo Jorge Oropesa, debe ser aspecto de análisis y conocimiento por aquellos que integran el ejército de hombres y mujeres de las batas blancas

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El médico Ricardo Jorge Oropesa siempre fue muy querido por su pueblo.

Por: Hugo Crespo Crespo

La historia de la medicina en Cabaiguán, está vinculada a hechos y personalidades que merecen ser recordados, al aproximarnos a la celebración del centenario de la municipalidad en 2026.

Este territorio ha dado nombres en el ámbito de la salud, que merecen estar recogidos en las páginas de la historia local, como símbolos humanos que pueden ser ejemplos para los que hoy cumplen la sagrada misión de aliviar el dolor ajeno.

Según Rogelio Concepción Pérez, historiador de Cabaiguán por más de treinta años, el primer médico que prestó servicios en el territorio fue el bachiller en Medicina y Cirugía José Genaro Díaz Cruz, graduado en la Universidad de La Habana y residente en Santa Lucía.

También entre la lista de galenos de entonces se encontraban José Agustín Cañizares Gómez, graduado como Licenciado en Cirugía y Medicina, en La Habana, al igual que Santiago Pablo García Cañizares.

Después el canario Miguel Pérez Camacho abrió una clínica en Ferrocarril y Tercera del Oeste, la cual contribuyó a elevar los servicios médicos en la zona. 

También se constituyeron las clínicas del Doctor José Marqués y Pomar, la de Mario Ángel García Gamboa, especializada sobre todo en ginecología y la del Gremio de Escogedores.

En la década de los cuarenta, ejercían como médicos privados Alberto Crespo Calderón, Wenceslao Marcelo Franco, Regino Rivero García, Guillermo Soto del Valle, Mario Ángel García Gamboa, Leonardo Fajardo Cepero, Armado Sánchez Valdés, Delfín González Espinosa, José A. Marqués y Pomar, Alejandro Crespo Calderón, Tomás Barrios y el canario Rodrigo Rodríguez.

Más tarde llegan a la escena médica cabaiguanense, los galenos Wifredo Zayas Mendoza Sánchez, Miguel Madariaga Guedes y los estomatólogos Orlando y Héctor Mendoza y Alicia Rúas Albert.

Pero en este devenir histórico de las ciencias médicas en la localidad, existió un galeno, que hoy es poco conocido por los lugareños. No obstante su vida y obra estuvieron estrechamente vinculados a este terruño.

Este fue, Ricardo Jorge Oropesa quien naciera en Nueva Paz, provincia La Habana, el 18 de junio de 1919, hijo de Ricardo Jorge Pereira, que trabajó primeramente en labores agrícolas de la caña y en ingenios, graduándose posteriormente de Bachiller en Ciencias y Letras, y finalmente como Ministro Presbiteriano y de Consuelo Oropesa Pérez, maestra primaria, quien primeramente tuvo que dedicarse a las tareas domésticas y posteriormente al magisterio.

Según datos ofrecidos por Mario Rodríguez Valero, combatiente e integrante de la Unión de historiadores, ya fallecido, el hogar de Oropesa, fue modesto y en él recibió una buena educación basada en fuertes valores morales que fortalecieron su humildad, humanismo y solidaridad de la que fue portador hasta su muerte.

Su vocación humanitaria la puso a prueba cuando decide estudiar la carrera de Medicina la cual cursó en la Universidad de La Habana, hasta el 23 de agosto de 1947 que recibió el Título de Doctor en Medicina.

Al concluir sus estudios y contraer matrimonio con Esther Nohemí López Benítez, natural de Cabaiguán, comenzó a trabajar como médico en el barrio rural de Santa Lucía y posteriormente pasó a la Clínica de este territorio en la ciudad cabecera.

En 1949 se desempeñó como médico vacunador en la jefatura local de sanidad, hasta 1950, en que combina funciones de director y médico en la Clínica del Gremio de Escogedores de dicho pueblo, volviendo a laborar en 1953 en la Clínica de Cabaiguán.

En   1956 Jorge Ricardo Oropesa era el Secretario del Colegio Médico de Cabaiguán, posteriormente es elegido su Presidente hasta 1959. Desde este puesto contribuyó con importantes suministros de fondos y logró vincular un considerable grupo de médicos y otros profesionales de salud al Movimiento 26 de julio. Participa además, ganando prestigio profesional en las sociedades médicas cubanas a nivel nacional.

En los últimos años en que se intensificaba la lucha de liberación nacional en Cuba la casa del Doctor Oropesa era un punto importante de escala de heroicos combatientes que iban hacia Oriente o La Habana.

Durante la liberación de Cabaiguán dirigida por el Che, este galeno dirigió la asistencia médica de los heridos en la Clínica de la localidad. En diciembre de 1958 después de liberado el territorio, el comandante Ernesto Guevara al continuar su avance en la Campaña de Las Villas lo responsabilizó con la asistencia médica de la zona.

El doctor Ricardo Jorge Oropesa se destacó en la docencia médica nacional e internacionalmente, como Miembro del Grupo de Trabajo dirigido por el entonces Ministro de Educación, José Ramón Fernández por disposición del Comandante en Jefe Fidel Castro para el análisis de la preparación de los médicos y técnicos medios de la salud a nivel nacional, trabajo que desarrolló desde el mes de octubre de 1981 hasta abril de 1982.

Fue miembro del Consejo Científico de la Universidad Central y del Instituto una vez creado, presidente de los tribunales para la evaluación de los aspirantes a especialistas de Medicina Interna,  a nivel nacional, Presidente del tribunal de apelaciones para las categorías de Asistente e Instructor, Presidente y Vicepresidente de la Comisión Central Metodológica del Instituto de Ciencias Médicas de Villa Clara,  Presidente de la Comisión de ingreso para cursos de trabajadores y  Miembro de la Comisión de Superación Profesoral de Grado Científico del referido instituto.

Además poseía un gran cúmulo de medallas y reconocimientos por su trayectoria.

El 9 de mayo de 1991 fallece de una muerte súbita, este galeno que aportó sus valiosos conocimientos para esta región del centro de Cuba y para orgullo de nuestro en Cabaiguán.

Hoy el nombre y trayectoria de Ricardo Jorge Oropesa, debe ser aspecto de análisis y conocimiento por aquellos que integran el ejército de hombres y mujeres de las batas blancas.

Al leer solo estos breves datos, podemos imaginar que el Doctor Jorge Oropesa, integra lo más selecto de la medicina cubana y cumple además sin temor a equivocarnos con la máxima martiana de que el médico con su sonrisa suela abatir la fiebre. Así aseguran quienes lo conocieron.

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