Sergio Gerónimo Soto Valdés consolidó su pensamiento revolucionario y se incorporó al Movimiento 26 de Julio siendo una figura relevante dentro del proceso revolucionario

Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
Un día como hoy pero del año 1958 cae el mártir Sergio Gerónimo Soto Valdés. Aunque no nació en Cabaiguán, siempre su figura se ha tenido como mártir y como símbolo de la juventud de su tiempo.
Su familia se trasladó desde Quemado de Gὕines para este pueblo cuando él tenía pocos meses de nacido y aquí se forjó como revolucionario y como hombre, muy apegado al ejemplo de su padre que era miembro del Partido Socialista Popular.
Con muy corta, edad Sergito se inició como aprendiz de tabaquero y luego de manera oficial trabajó en el oficio en las fábricas El Surco y Bauzá. Allí entre los obreros de ese sector se consolidó su pensamiento revolucionario y se incorporó al Movimiento 26 de Julio. Se destacaba en él su predilección por el deporte y un hecho que lo demuestra es su participación en una Liga de Béisbol en la localidad de Placetas, siendo aún muy joven.
Por sus actividades revolucionarias tuvo que marcharse hacia La Habana pues estaba amenazado de muerte, pero al conocer de la llegada del Che y sus hombres al lomerío, logró incorporarse a los combatientes.
Un día como hoy, ya en los finales de la guerra, el ejército de la tiranía lanzó una ofensiva en los alrededores de las montañas y se produjo un encuentro en la finca Limones, muy cerca de la RHC.
Según testimonio de Blanca González, una de los dueños de la tienda del lugar, cuando pasaron los jóvenes guerrilleros ella recordó que era día de Santa Bárbara y dijo para sí con temor, que iba a correr la sangre. Rato después de produjo el encuentro.
Sergito fue herido mortalmente mientras se encontraba parapetado tras una piedra, pero los soldados tenían una posición ventajosa desde una elevación. Su muerte conmocionó a sus compañeros, ya que le tenían mucho afecto por su jovialidad y extrema juventud de 23 años
Fue enterrado en el cementerio provisional de Manaca Ranzola. Después de construido el Complejo Escultórico Comandante Ernesto Guevara, sus resto descansan junto a sus compañeros de lucha en Santa Clara..
Hoy nuestra Refinería de Petróleo lleva su nombre.
