Hoy en el contexto de la jornada del educador en Cabaiguán se reconocen a los maestros como guías de multitudes, madres y padres sustitutos, consejeros y sabios conductores de la vida

Por: Hugo Crespo Crespo
La familia es vital tanto para la sociedad como para el desarrollo del ser humano. La educación es tarea primordial de la familia, aunque compartida de una manera significativa con la escuela, con el entorno y con el contexto social.
Recordando al ya fallecido célebre expresidente de Uruguay, José Mujica, cuando decía que la casa es la primera escuela y la escuela la segunda casa; considero que los primeros responsables de la educación de los niños son los padres. La familia es el primer contexto donde nos ponemos en contacto con el mundo, un universo particular de cada grupo familiar, que va transmitiendo al niño sus hábitos, sus costumbres, sus pautas de transmisión cultural.
Dentro de la familia se dan las primeras interacciones, se establecen los primeros vínculos emocionales y vivencias con las personas cercanas.
Es por ello que la familia debe estar bien unida, en el apoyo y desarrollo de todas las acciones que le compete en la educación de sus hijos en los centros donde cursan estudios y fuera de estos. No debe pensarse que solo es una tarea del maestro lo que sucede en cada institución docente, la escuela de padres juega un papel esencial en el seguimiento de los resultados académicos, conducta y evolución de los niños y niñas, adolescentes y jóvenes.
Es trascendente que el triángulo, escuela- familia- comunidad, sea cada vez más apagado a la realidad en que vivimos, una fuerza que unida puede prevenir cualquier aspecto negativo que incida en la formación de un ciudadano con correctos hábitos, valores, comportamiento y preparación para la vida futura. Alguien decía: eduquemos a nuestros hijos y no será necesario castigar a los hombres.









A pesar de situación económica existente en Cuba en estos momentos, el sector educacional en Cabaiguán no es ajeno a ello y no escapa de las dificultades en cuanto a éxodo de fuerza laboral y otras condiciones relacionadas con la contingencia energética, no obstante, la educación en este territorio, es heredera de un antecedente donde se han dejado las huellas imborrables del magisterio desde los primeros maestros en siglos pasados, hasta la actualidad.
Desde el maestro Vicente Mallo Álvarez en el Siglo XIX, pasando por Baldomero Zamora, Cristóbal Quintero, Lorenzo Rodríguez, Juan Esquitín Ranzola, Laudelino Arias Sagrera, Tomás Pérez Castro, María Jacinta Valle, Fredesvinda Beltrán Rodríguez, Ángel Pérez Agreda, Serafín de Castro Piñero Antonio A. Sentí, Consuelo San Gil García y Agustín Pascual, entre otros, abrieron un horizonte en Cabaiguán en cada rincón de esta comarca que no ha cesado de tener verdaderos símbolos de evangelios vivos en cada una de nuestras aulas.
Es entonces que siguiendo el camino de los primeros, comienzan a sobresalir en la escena de cada escuela del territorio, imágenes de la educación en otras etapas, como Amable Araceli Reina Obregón, Antonia María Hernández López, Hipólito Félix Brito López, Adela Bonachea Benítez, María Josefa Isla Monteagudo, Oscar Rodríguez López, Carmen Marchena Pérez( Nena), Josefa Reyes de Gutiérrez, Ada Bielsa Hernández y Juana Mora González, por solo citar algunos, con una gran obra al servicio de la educación cubana.
Un gran ejército de jóvenes alfabetizadores, marcharon a diferentes zonas del país, después los maestros emergentes, seguidos del destacamento pedagógico y otros modelos elementales del sistema de preparación pedagógica, donde el territorio siempre estuvo a la vanguardia en este ámbito.
Actualmente el municipio cuenta con más de doce mil alumnos en las aulas, con un número superior a los sesenta planteles, en los que se incluyen círculos infantiles, escuelas primarias, una escuela especial de elevado prestigio, secundarias, preuniversitarios, politécnicos, facultades obreras, escuela de idiomas, un centro mixto ubicado en la localidad de Neiva, una escuela de oficios y maestros ambulatorios a domicilio para niños con necesidades especiales, donde una amplia gama de personalidades del magisterio continúan en las aulas dando lo mejor de sí, junto a los noveles que llegan.
Aquí no sería oportuno referirnos a nombres específicos, porque la lista es abarcadora y quizás olvidemos a alguien que merece estar en ella.
La cobertura docente del territorio tiene elevados índices de licenciados, másteres en ciencias, técnicos, instructores de arte, bibliotecarias, bibliotecarios, auxiliares pedagógicos y fuerza calificada en otras materias para su desempeño en oficinas y laboratorios.
Los trabajadores de la educación constituyen uno de los sindicatos más numerosos, con una amplia representación en desfiles, actos patrióticos, eventos de pedagogía y fórum de ciencia y técnica.
Son ellos en sí los que tienen que llevar en cada uno de sus sitios, la unidad dialéctica de instrucción y educación desde las vías no formales hasta el ingreso a la educación superior y lograr con esta última, el inicio de la formación de un profesional con las condiciones, requisitos y preparación para enfrentar cualquier tarea que emane de su especialidad en aras de aportar a la sociedad en que vive.
Hoy en el contexto de la jornada del educador, llegue a este ejército de mujeres y hombres de lápiz, cartilla, manual, tiza y pizarrón, el más agradecido de los homenajes, por ser ante todo guías de multitudes, madres y padres sustitutos, consejeros y sabios conductores de la vida, formadores de cuerpo y espíritu, surtidores de sueños y fantasías, arquitectos de senderos del bien y hacedores de pueblos.
