La entrada al municipio de tres cabaiguanenses procedentes de Haití, mantenidos bajo seguimiento por los equipos básicos de Salud, conllevó a redoblar las medidas sanitarias y actualizar los protocolos de actuación por el alza de cólera en ese país.
Por: Alexey Mompeller Lorenzo
Haití vuelve a acaparar la atención del orbe, su panorama epidemiológico ahora amenazado por el rebrote de cólera, al confirmarse los primeros casos el 2 de octubre último seguido de pacientes sospechosos y muertes asociadas a la enfermedad, pone en alerta al mundo y en Cabaiguán fortalecen la vigilancia para la detección de posibles contagios.
“Recientemente identificamos mediante el control sanitario internacional a tres cabaiguanenses que ingresaron al país procedentes de ese destino. Los equipos básicos de Salud mantienen bajo seguimiento a los viajeros”, puntualizó Armando Ulloa Martínez, director de la Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología.
Según el especialista, al cierre de este reporte, los viajeros permanecían asintomáticos y no se habían declarado controles de foco.
“De vuelta a territorio cubano, la persona debe presentarse en Consultorio Médico de la Familia (CMF). Así evitaríamos un resurgimiento de cólera en Cabaiguán, experiencia lamentada hace algunos años cuando la localidad aportó varios casos y fallecidos”, dijo.
Por el constante flujo de viajeros cabaiguanenses hacia esa región caribeña cercana a la isla, incluidos colaboradores de la Salud y personas que se trasladan a Haití para establecer un mercado informal, se requiere el cumplimiento de las medidas sanitarias y actualizar el protocolo para aminorar el riesgo de infección de cólera, originada por el bacilo Vibrio cholerae.
“Sobretodo monitorear las diarreas y resulta importante el lavado correcto de las manos, porque la transmisión de cólera ocurre por agua o alimentos contaminados con materia fecal de alguien contagiado”, señaló.
El diagnóstico se realiza por pruebas de laboratorio para identificar los dos serotipos circulantes, reseña la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sobre el cuadro clínico de la enfermedad, Ulloa Martínez apuntó que las principales manifestaciones son vómitos y abundantes diarreas, causantes de la deshidratación del paciente de forma muy rápida.
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