En la historia local de Cabaiguán se guarda con recelo el único autógrafo firmado por el Che entre los habitantes de este pueblo.

Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
Por estos días en que se rememora la figura del Che, los cabaiguanenses evocan momentos de su presencia en el territorio, durante los días de la liberación, su estancia en el Escambray y sus posteriores visitas al poblado después del triunfo.
Desde su llegada, el Comandante Guerrillero se relacionó con varios cabaiguanenses, hombres y mujeres para coordinar acciones en el llano y ellas para colaborar con mensajes, traslado de armas y costuras necesarias para la tropa. Estos recuerdos, recogidos tiempos atrás, conforman todo un manojo de vivencias que unen a los cabaiguanenses con el Jefe Guerrillero.
Bien se conoce el apoyo femenino de la combatiente clandestina Deyanira, en el traslado de armas, así como de Elda Mesa y sus compañeras, que trasladaron botas en los inicios de noviembre de 1958, o Gladis Viera que subió al lomerío acompañada de su máquina de coser para confeccionar uniformes, otras muchas mujeres cosieron y entregaron brazaletes, además de distribuir y vender bonos del 26. Las féminas realizaron importantes actividades y fueron ganando ante el Che el respeto y admiración.
Hombres como Carlos Pérez, Miguel Reyes, Enoel Salas y Maximino Vázquez apoyaron la lucha guerrillera y ganaron también su confianza.
Por estas razones entre otras el Che aceptaba a los cabaiguanenses en sus filas, siempre recomendados por el fuerte movimiento 26 de Julio que había en el poblado.
Por estas razones y otras, durante los días de la liberación el pueblo aceptó y agradeció a los rebeldes su hazaña y a poco de un mes y día el Che era invitado para reconocerlo como Hijo Adoptivo de Cabaiguán. Su presencia fue vitoreada por los participantes, al igual que al cumplirse un año de su arribo al Escambray, fecha en que visitó nuevamente el poblado para la conmemoración. Otras ocasiones se comentan de visitas a Cabaiguán, pero si está confirmada su presencia en la fábrica de tabacos Bauzá, incluso acompañada de varios testimonios de tabaqueros. Sin embargo, se ha comprobado que muy pocas personas accedieron a solicitarle un autógrafo, tal vez por el respeto que imponía, pero hasta estos archivos llegó un pequeño recorte donado por una segunda persona que aseguró que el Che había accedido al pedido de una joven cabaiguanense y que ella había guardado como una reliquia. De cierto ha sido el único autógrafo encontrado entre los habitantes de este pueblo.
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