En Cabaiguán se mantiene la tradición del bordado canario como una tradición perenne que ha trascendido en el tiempo

Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
Para hablar del bordado canario en el territorio cabaiguanense, hay que remitirse a la década de los años 20 con la llegada de la mayor oleada migratoria de isleños. Fueron sus mujeres quienes cargaron en sus baúles diferentes piezas como recuerdo de su tierra, además de portar los medios para continuar realizando los bordados y tejidos.
La fama de la exquisitez de estas bordadoras se extendió poco a poco por la comarca, y algunas de ellas utilizaban esta labor como oficio. Pero la mayoría solo realizaba su trabajo para utilizar en su casa, para las canastillas o los ajuares de matrimonio.
Su destreza y exquisitez era muy difícil de igualar, pero aun así, algunas cubanas se interesaron el aprendizaje de estas manualidades. Lo cierto es que en las canarias existía una necesidad de trasmitir su conocimiento a sus hijas y nietas, y de igual manera a otras de la familia que mostrara interés. Es así como varias cabaiguanenses, descendientes de canario, tomaron la aguja y la almohadilla en sus manos para hacerla destacar. Así es el caso de Micaela Sánchez, Herma Elia Ríos y Lucía Sosa.
De estas maravillosas bordadoras se han desprendido numerosas manos, tan exquisitas y cuidadosas como ellas. Rememorar el Círculo de Bordado Canario que funcionó en el Museo Municipal es demostrar como aquellas niñas, con apenas 7 años como Teresa Valdivia Casanova, luego se convirtieron en excelentes bordadoras, por solo mencionar algunas como Merly Castro, Lisdaimy Abreu, Carla y Laura Cancio Mata, Elianne Santander, Daniela Monteagudo y muchas otras niñas que transitaron bajo sus enseñanzas en diferentes cursos.
Hoy, la Casa Canaria mantiene un taller juvenil donde se mantienen la práctica de los diferentes puntos autóctonos, incluso con la presencia de bordadoras adultas.
Hoy, a pesar que Micaela no está, aún Lucía, en Cuatro Esquinas y Herma Elia en Cabaiguán, conforman un referente del bordado canario en el territorio. Es esta práctica una tradición canaria que pervive en Cabaiguán y que se asegura, a pesar del tiempo y las condiciones actuales.