lunes, mayo 20El Sonido de la Comunidad

El central Melanio Hernández de Sancti Spíritus no pide, ¡entrega!

¿Qué sucedería si cada central lograra autoabastecerse energéticamente y aportar un extra?

central

Es una verdadera lástima que, por razones mayoritariamente ajenas a la voluntad de sus directivos y demás trabajadores, el central azucarero Melanio Hernández, ubicado en Tuinucú, Sancti Spíritus, no pueda estar moliendo mucho más.

Lo que ha venido logrando desde el comienzo de la zafra, en el terreno energético, podría calificarse como referencial o, al menos, digno de ser imitado; no solamente porque Melanio sea una de las muy pocas empresas azucareras que hoy se están autoabasteciendo energéticamente en el país.

Es que, como explica Antonio Viamontes Perdomo, su director, resuelve necesidades internas a partir de su propia generación y, por encima, le entrega a la red un 26 por ciento, o lo que es igual, alrededor de una cuarta parte más. Estamos hablando de casi 2 900 kilowatts desde el 26 de diciembre hasta la fecha. Dicho en buen cubano: mientras estoy moliendo no consumo nada y, además, aporto.

Tradicionalmente, la mencionada empresa ha tenido resultados positivos en términos de generación, entre otras cosas por el gardeo a presión sobre esa actividad, y por contar con un equipo muy profesional y consagrado que ha puesto sustancia gris y conocimiento en función de reducir consumos, sustituir motores sobregirados, compactar aún más el proceso…

Fe de ello siguen dando la caldera de 60 toneladas instalada años atrás, y ese par de turbogeneradores (de la era soviética), con una capacidad de ocho megawatts, entre ambos, y que cuando el central muele bien, generan siete. La fábrica consume alrededor de cuatro y, por tanto, tres van limpiamente a la red nacional.

Luego de oportunas valoraciones, se logró un pago más justo de la energía que entrega el sector azucarero, siempre que la fábrica se autoabastezca, concepto por el cual Melanio Hernández ha ingresado unos 19 millones de pesos que no solo se hacen sentir de manera positiva en las finanzas de la empresa, sino también en el bolsillo de los trabajadores.

Nada de ello cae del cielo. La descarga de un rayo es natural. La energía que un central produce, utiliza en beneficio propio, o le aporta a la economía cubana, viene por intermedio de la inteligencia y de la capacidad humana para emplear bien los equipos que intervienen en el proceso, y aprovechar al máximo un recurso o subproducto aparentemente trivial llamado bagazo, cuyo destino final no puede ser mejor que el dado por los especialistas y trabajadores del Melanio Hernández, al convertirlo en luz y en divisa.

La pregunta puede parecer innecesaria, pero… ¿sería igual la situación en todas partes si cada central lograra autoabastecerse y aportar un extra?

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