El ferrocarril resultó un seguro y módico medio de transportación, tanto para aquellos que accedían por primera vez al poblado, tanto del exterior como del interior del país
Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
En enero de 1873 tuvo efecto la inauguración de la línea de ferrocarril de Santa Clara hasta La Habana, lo cual facilitó a los vecinos de la región central su traslado hasta la Capital. Hacia 1878 continuaron los avances de las paralelas desde Caibarién hasta Placetas. A partir de entonces los espirituanos, incluyendo los cabaiguanenses, se trasladaban al poblado vecino para el viaje a la urbe capitalina, el cual podían realizar en el curso del día.
El día 23 de febrero de 1902, se inauguró el chucho del ferrocarril Central en Cabaiguán con un embarque de maíz hacia Santa Clara; así el poblado logró su primera vía de comunicación eficiente y comenzaron a realizarse envíos directos a La Habana, lo que favorecióun amplio desarrollo en el territorio. Ya en el mes de abril de 1903, llegó a Cabaiguán una cuadrilla de carpinteros con la tabla necesaria para construir la casa del paradero del ferrocarril, que hasta entonces funcionaba en una casilla. Años después fue movido de lugar el paradero, ya que al trazarse la urbanización de calles y manzanas, la construcción se encontraba en el centro de una calle importante.
Cesaron entonces los ingentes esfuerzos para cumplir el abnegado servicio de bagaje “con el rechinar de viejas carretas deslizándose por guardarrayas y serventías”, quedando en los anales los listados de los contribuyentes forzosos, aquellos que mantuvieron la transportación de personas y mercancías desde el poblado hasta la ciudad espirituana.
A finales de la primera década del siglo XX se dio cuenta a través de la prensa, de la llegada de inmigrantes canarios y peninsulares al territorio. La década de 1920 desbordó las cifras de llegada de inmigrantes canarios, los que se instalaban, unos en la ciudad y en mayor número en las zonas cercanas.
El ferrocarril resultó un seguro y módico medio de transportación, tanto para aquellos de accedían por primera vez al poblado, tanto del exterior como del interior del país.
Después del Triunfo de la Revolución se construye una nueva vía férrea para la rápida comunicación por todo el país, sin embargo por los viejos rieles de antaño, aún se deslizan trenes de carga y otros medios ligeros.
Hoy aún los cabaiguanenses más viejos, reconocen la importancia histórica de esta vía que hizo perdurar en su momento, el despegue económico y social del poblado. Muchos recorren a pie los espacios cubiertos por los rieles, o llegan al viejo paradero, otros tanto lo escogen para dejar su impronta en el tiempo a través de fotos de quinceañeras y otros jóvenes, mientras que los amantes de la historia, recrean sus vídeos en los lustrosos rieles.
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