Cabaiguán siempre ha sido un territorio de muchos ejemplos de maestros que se han destacado por su ejemplaridad y sentido del deber

Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
La Educación en Cabaiguán ha tenido numerosos ejemplos de maestros ejemplares. Su obra dejó huellas que aún perduran en la sociedad y en el recuerdo escrito o presente de la historia.
Siempre que se aborda este tema se recuerda al maestro Cristóbal Quintero y Águila, pero tras ese camino transitaron otros de la talla de Laudelino Arias, Jaime Martínez Bonet, que aunque era español, se entregó con amor a su tarea educativa y marcó historia en la educación y la prensa. Pero ante la sociedad se mantiene muy vivo el recuerdo y el quehacer de Tomás Pérez Castro.
Este gran maestro nació en Sancti Spíritus, aproximadamente por 1870 y ayudado por un tío llegó al magisterio. Prontamente fue asignado a trabajar en una zona rural y posteriormente en Cabaiguán. Aquí es que desplegó una notable obra educativa en la zona urbana al sustituir a Don Laudelino Arias en 1912. Su destacado trabajo le llevó a merecer el cargo de Director, y desde éste, impulsó la idea de trasladar ese centro y crear la Escuela Intermedia.
Sus métodos educativos, pa persuasión, la exigencia y el ejemplo le llevaron a convertir el centro en un formador de hombres y mujeres honestas, instruidas y respetuosas.
En 1935 fue llamado a constituir la primera agrupación sindical del sector educacional. Ya anciano siempre fue querido y admirado por sus alumnos, tanto los graduados como los activos en el centro. Hoy, a pocos días de iniciar un nuevo curso escolar, es oportuno traer la impronta del homenaje realizado en 1940 por un grupo de ex alumnos a este gran educador de diferentes generaciones. Se agradece la donación dela fotografía a Olga Pérez Martín, quien tuvo el privilegio de recibir sus clases como alumna.
