Uno de los primeros grandes comercios de Cabaiguán a inicios del siglo XX fue la tienda La Revoltosa, ubicada en la esquina de la antigua calle Natividad.
Por: Daisy Martín Ciriano
A ella acudían los pobladores y los canarios de los alrededores ya que en sus anaqueles además de encontrar buenas ofertas, siempre había rebajas de precios. Sus altos portales mostraban mercancías novedosas y necesarias, incluso con grandes carteles con sus precios en rebaja. Tal era su renombre y prosperidad que según el periódico espirituano El Fénix, en 1909, fue apresado un ladrón que intentaba extraer dinero de su caja contadora.
Años después, el establecimiento fue objeto de una reconstrucción capital, que lo llevó a convertirse en el comercio de mayor fortaleza constructiva entre los demás que ya existían en el poblado, unido a la amplitud de su espacio.
A través de los años sus altos portales han servido, primero como asideros de caballos, después para la exposición de mercancías, venta de billetes de lotería, o simplemente para que los habitantes del lugar descansen a su sombra, incluso ahora, para que los que ofrecen las mercancías que revenden.
Para los que más cercanos tienen sus recuerdos a los años cercanos a la mitad del siglo, evocarán en su portal los varios espejos que cubrían una columna, allí los s llegaban, simplemente, para arreglar sus cabellos o alisarse el vestuario.
No puede obviarse que en los finales de la década de 1950, en ese lugar se efectuaron pequeñas reuniones y contactos de revolucionarios clandestinos, e incluso desde sus almacenes salieron avituallamientos para las tropas del Che, recién llegadas al territorio montañoso.
Hoy, la tienda La Revoltosa, continúa siendo un comercio de excelente construcción y renombre en Cabaiguán, adaptado a las nuevas opciones comerciales que afronta el país.
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