Ciento noventa y seis nuevos casos positivos a la COVID-19 se han confirmado en el país durante los últimos 15 días, fundamentalmente en La Habana y Artemisa. Ante esa realidad, durante la reunión del grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus de este martes se evaluó, de conjunto con los consejos de defensa de las provincias del occidente cubano, la pertinencia de arreciar las medidas de control para cortar caminos a la propagación de la enfermedad.
Durante el intercambio, dirigido por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, y donde también participó el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, las autoridades gubernamentales de Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Matanzas y La Habana detallaron a través de videoconferencia varias propuestas encaminadas a restringir la transportación innecesaria de personas entre esos territorios y así minimizar las posibilidades de contagio, en momentos donde resulta imprescindible actuar cada vez con mayor responsabilidad.
Al referirse al incremento de pacientes diagnosticados con la COVID-19 en las más recientes jornadas, Marrero Cruz insistió en que resulta vital no descuidar el cumplimiento de ninguno de los protocolos de bioseguridad que se han aplicado durante estos complejos meses; reforzar las acciones de control epidemiológico; mantener la realización de las pesquisas activas en las comunidades, con calidad y sistematicidad; así como revisar constantemente el funcionamiento de todos los centros de aislamiento que se encuentran abiertos en el país.
Vinculado al evento de transmisión local activo en los consejos populares Urbano I y II, del municipio de Bauta, en la provincia de Artemisa, donde se han continuado confirmando personas con la enfermedad, la vicetitular a cargo de la dirección de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Regla Angulo Pardo, aseguró que en la zona se han realizado más de 5 000 muestras PCR y persiste el estudio constante de la población, a partir de cada nueva persona que se diagnostica.
Desde esa provincia, el gobernador Ricardo Concepción Rodríguez comentó al grupo temporal de trabajo que tras 12 días de establecida la cuarentena en ese evento, se evidencia una disminución de los casos sospechosos y persiste el estricto cumplimiento de todas las medidas diseñadas, con especial énfasis en el aislamiento de las personas dentro de sus viviendas.
Aseguró, además, que se continúa profundizando en la búsqueda de contactos, tanto en el referido evento del centro urbano de Bauta, que acumulaba 59 casos confirmados, como en el del consejo popular Baracoa, donde sumaban 28 pacientes positivos a la enfermedad. La amplitud de la muestra poblacional que se ha estudiado constituye una garantía en la detección oportuna de nuevos casos, un elemento esencial en estos momentos, valoró.
Más adelante, la vicegobernadora habanera, Yanet Hernández Pérez, coincidió también en la prioridad con que se debe seguir trabajando en el control de los focos y eventos de transmisión local que se encuentran activos, lo cual constituye una garantía para detectar oportunamente los posibles casos, sus contactos y cualquier persona que, según la sintomatología respiratoria que presente, pueda resultar sospechosa.
Dondequiera que ha sido necesario reforzar las medidas lo hemos hecho, y lo seguiremos haciendo, enfatizó. Según dio cuenta la vice gobernadora, en la capital también se trabaja con énfasis para, ante cada nuevo confirmado, llegar con prontitud hasta el caso índice; continuar el pesquisaje en las comunidades, sobre todo a la población de alto riesgo; y garantizar que quienes presenten síntomas asociados a la COVID-19 no acudan a los centros de trabajo. Tras la evaluación exhaustiva que realizó este martes el grupo temporal de trabajo sobre la situación epidemiológica de La Habana y Artemisa, los territorios que mayor complejidad evidencian en estos momentos, el Primer Ministro subrayó la necesidad de mantener un estricto cumplimiento de las medidas que se han orientado, porque cada vez que se comete una indisciplina, o una violación, crece el riesgo de la transmisión de la enfermedad en un lugar. Eso es algo que debemos evitar en todos los escenarios, y que debe ocuparnos y preocuparnos a todos.