lunes, diciembre 8El Sonido de la Comunidad
Sombra

Materia prima, un tesoro aún desperdiciado

La recogida de desechos reciclables, aún insuficiente en el territorio, mucho podría aportar para disminuir la contaminación medioambiental que hoy padece la provincia, sin mencionar los ingresos monetarios significativos que tributaría a las familias y a las entidades, con un notable impacto final para la economía del país

Todavía menospreciado por muchos, el reciclaje de materias primas constituye un verdadero tesoro para cualquier nación, por su notable impacto medioambiental y su considerable aporte económico, al sustituir importaciones o contribuir a las exportaciones.

Esta actividad, que ya transita por el 65 aniversario de fundada en Cuba, cuenta en Sancti Spíritus con una empresa y representaciones en cada municipio, más una unidad dedicada al transporte y otra al procesamiento, que se encarga de acopiar y alistar todo lo que se recoge en los territorios para expenderlo a otras entidades fabricadoras.

Sus más de 240 trabajadores andan cada día detrás del más pequeño pedazo de acero, hierro fundido, bronce, aluminio, plástico, papel ondulado, frascos, entre otros valiosos desechos porque de ello depende el progreso de la empresa y su propio salario.

En estos momentos, la entidad exporta, fundamentalmente, productos no ferrosos como bronce, cobre, diferentes tipos de aluminio, acero inoxidable y chatarra electrónica.

En materia de sustitución de importaciones su contribución resulta más amplia: desde la entrega de papel corriente para la producción de papel sanitario, y de papel ondulado con el fin de elaborar cartulina de uso hospitalario; hasta la entrega de frascos con destino al envase de bebidas, vinagre y jugos; así como la recuperación de los desperdicios textiles o sacos para reutilizarlos como envase en las producciones agrícolas.

En lo que va de 2025, la empresa mantiene favorables resultados: sobrecumple sus planes de exportación, estimula precios competitivos para incentivar a la población, mantiene un salario promedio de 10 000 pesos por trabajador y logra utilidades superiores a los 40 millones de pesos, aunque esa cifra queda bastante por debajo de lo planificado.

Un filón bien importante y decisivo que mucho pudiera tributar al desempeño de esta entidad, y que aún se encuentra en ciernes, resulta la fabricación de productos derivados de la materia prima recogida aquí.

En este camino, con la creación innovadora de algunas máquinas propias y la cooperación de otras entidades ya han procesado plásticos y los han convertido en productos hidrosanitarios para la construcción de viviendas, fundamentalmente las edificadas para madres con tres o más hijos.

Y en ese sendero de cerrar ciclos e incorporarse al modelo de la economía circular, también hacen los primeros pininos con vistas a elaborar madera plástica, para lo cual ya cuentan con una máquina, pero les afecta la inestabilidad del servicio eléctrico, tropiezo que pretenden superar con la próxima adquisición de generadores propios.

Habitualmente, la Empresa de Materias Primas se abastece de los remanentes que emanan del sector estatal y de la población. En estos momentos su desempeño se encuentra limitado por la escasez de desechos reutilizables en el área empresarial, donde, debido a la aguda escasez de recursos de todo tipo, se descarta bien poco porque casi todo se reúsa, además de que no existen grandes inversiones ni reposiciones de equipos para tributar a esta entidad recuperadora.

  A esa realidad se suma la indisciplina, dejadez y morosidad de unas 110 entidades de los municipios Sancti Spíritus y Trinidad, que en este 2025 no han formalizado sus contratos con la Empresa de Materias Primas como establece la Ley 1288. Además, los nuevos actores económicos tampoco se han sumado en mayoría a esta opción.

Pero, independientemente de esta problemática, el nicho fundamental de reserva de desechos reciclables hoy en el territorio se encuentra en el sector residencial, el cual aporta alrededor del 65 por ciento del total recogido y donde aún falta mucho conocimiento y educación sobre las reales posibilidades y ventajas de estas prácticas.

Para que la materia prima que se genera en cada hogar no llegue a los vertederos, este año la empresa promueve políticas de acercamiento a la población, no solo a través de sus 20 tiendas de compra dispersas por todo el territorio, sino también a través de las organizaciones estudiantiles y de masas.

Además, con sus propios medios visita sistemáticamente barrios y comunidades, donde realiza diferentes acciones, como festivales y recorridos para concretar las compras puerta a puerta o al menos en el propio consejo popular, sin necesidad de que los ciudadanos necesiten trasladarse hacia sus más lejanos puntos de adquisición.

Igualmente, como parte del proyecto Recicla Mi Barrio, visitan cada sábado dos o tres circunscripciones por municipio, donde concretan una recuperación personalizada de desechos reciclables con muy buen resultado.

Pero, aun así, en este sentido, una deuda queda en el tintero: trabajar más en la educación de los espirituanos con vistas a que conozcan del pi al pa para qué pueden servir los desechos generados en su hogar, cómo evitar su contaminación, a dónde deben llevarlos a vender y cuánto dinero pueden cobrar por cada kilogramo entregado para ayudar a su billetera en los tantos gastos diarios.

Sin dudas, la falta de una cultura de la recuperación y el reciclaje que padecen muchos, unida a la pereza de otros, enrarece el proceso de contratación y por ende los resultados en la recuperación de materias primas, una realidad contra la cual la propia empresa líder en esta temática aquí debe continuar batallando para contribuir a revertir.

Porque contaminado en vertederos muere mucho desecho que, bien recogido y procesado, evitaría buena parte de la contaminación medioambiental que hoy padece la provincia, sin mencionar que también podría aportar dividendos monetarios significativos a las familias y a las entidades, con un notable impacto final para la economía del país.

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