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Medio siglo de trabajo para un martiano hasta la médula

Por: Hugo Crespo Crespo.

El mes de septiembre marcó para siempre la vida laboral de Humberto Jesús  Solís Angerí, al cumplirse cincuenta años de su inicio en este ámbito son tan sólo 15 años en la escuela primaria Eladio Cartaya de la localidad de Meneses, en el municipio de Yaguajay.

Nació   el veinte de marzo de 1955 en Yaguajay, hijo de Marcelino, de profesión chofer y Juana, ama de casa. Cursó la enseñanza primaria en la escuela rural Las Llanadas cerca de Mayajigua.

Con sólo sexto grado inició su camino en el magisterio ante la emergencia solicitada por aquel entonces, profesión que tuvo que abandonar por problemas familiares para dedicarse a las labores agrícolas en la Cooperativa de Créditos y Servicios Antonio Maceo de Las Llanadas donde fue organizador de la referida entidad agrícola hasta 1975 que fue llamado para el servicio militar general.

Al concluir esta etapa en el servicio militar, es designado para dirigir la UJC en el poblado de Meneses, después en Manicaragua, en Cabaiguán y posteriormente en La Habana donde cursa estudios en   la escuela nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas Julio Antonio Mella,  durante 1978- 1979  y a su a  la vez cursa la Secundaria Obrero Campesina y la Facultad en esta enseñanza en los territorios donde fungía en sus cargos.

Después se traslada de nuevo para Cabaiguán para dirigir en la UJC como cuadro profesional donde asume otras responsabilidades, como en la refinería Sergio Soto, en la ANAP, en el Partido, en el Sindicato de Educación, en diferentes centros educacionales   como en Elcire Pérez, Clodomira Acosta, y Beremundo Paz, hasta la Subdirección de educación en el territorio y la Sociedad Cultural José Martí la cual conduce hace varios años.

Continúa la superación graduándose de licenciado en Historia y Ciencias Sociales y como profesor de Filosofía por oposición en el Instituto Superior Pedagógico Silverio Blanco Núñez que tuvo su génesis en Cabaiguán y después se trasladó hacia Sancti Spiritus.

A partir de entonces el quehacer de Solís   Angerí se integra más a historia y a las investigaciones en este campo, con lo cual ha alcanzado premios en concursos y eventos a nivel municipal, provincial y nacional.

Durante su vida profesional ha sido seleccionado mejor trabajador joven de la ANAP en 1972  en la antigua provincia de Las Villas, mejor alumno de la escuela nacional de la UJC Julio Antonio Mella en La Habana en 1979 y vanguardia nacional del sector educacional en 1979.

También alcanzó el Premio de Filosofía con la obra Relación intermateria en 1981, premio en el concurso de Ciencias sociales Vieras y Clavijo, La Habana el 30 de mayo de 2010, así como Premio en el Coloquio Nacional Historiográfico con la obra Goyo Santos, hijo de isleños en los campos de Cuba, en 2001.

A través de su profesión ha sabido inculcar los mejores valores patrios a las nuevas generaciones con las cuales ha laborado en varias enseñanzas o puestos de trabajado, en los cuales la sobresalido por su misión asignada.

Actualmente pertenece a la Unión de Historiadores en el municipio y es presidente de la Sociedad Cultural José Martí, haciendo énfasis en la divulgación de la vida y obra del  Apóstol  a través del proyecto artístico literario Abdala, integrado por estudiantes, profesionales e intelectuales del municipio, el cual se presenta en varios escenarios del municipio, la provincia y otras localidades del país.

Con su andar cabizbajo, mochila al hombro y bicicleta rodante Humberto Jesús Solís Angerí, es de aquellos que con una mezcla de respeto y simpatía  llega a cualquier centro de estudio o de trabajo en el territorio para invitar  todos los admiradores de la obra martiana a sus galas y talleres, tarea en la cual sin cobrar un centavo y a veces olvidando sus horarios de almuerzo y comida, se le ve buscando un transporte para llevar el arte de su brigada a los sitios más intrincados de la geografía cabaiguanense y a otros municipios de la provincia.

Por estas y otras razones este afiliado de la Unión de Historiadores en el territorio fue propuesto para el Diploma Nacional Fernando Portuondo del Prado y recibió el Diploma Municipal Rogelio Concepción Pérez, 2020.

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