La neblina afecta las actividades cotidianas, pero en especial el uso de vehículos y por eso existen diversos consejos que conviene seguir para reducir al mínimo la probabilidad de accidentes en la vía pública

Por: Redacción Digital
La neblina es un fenómeno meteorológico, concretamente un hidrometeoro, que consiste en la suspensión de gotas de agua muy pequeñas en la atmósfera, de un tamaño situado entre 60 y 200 µm de diámetro, o de partículas higroscópicas húmedas, que reducen la visibilidad horizontal a una distancia de un kilómetro o más.
Ocurre naturalmente como parte del tiempo o de la actividad volcánica. Es común en atmósfera fría debajo de aire templado. Es posible también inducir artificialmente la neblina con el uso de envases de aerosol, si las condiciones de humedad son apropiadas.
La diferencia entre la niebla y la neblina está dada por la intensidad de las partículas y, por lo tanto, por el nivel de visibilidad. Cuando el meteoro permite una visión de no más de un kilómetro, se lo define como niebla. En cambio, si es posible ver más de un kilómetro horizontalmente, se trata de neblina.
Por su concentración de partículas, la neblina no impide el paso de los rayos del sol, que se siguen viendo. La niebla, por el contrario, oculta los rayos debido a su elevada densidad de partículas.
Es importante tener en cuenta que tanto la neblina como la niebla generan diversos inconvenientes, sobre todo la niebla por reducir más la visibilidad. Al registrarse estos fenómenos, resulta imprescindible conducir con máxima precaución, a baja velocidad y con las luces encendidas para minimizar el riesgo de accidente, por ejemplo.
La neblina afecta las actividades cotidianas, pero en especial el uso de vehículos y por eso existen diversos consejos que conviene seguir para reducir al mínimo la probabilidad de accidentes en la vía pública.
Uno de los peores aspectos de este fenómeno meteorológico es que nos puede tomar por sorpresa, en especial si no estamos atentos al pronóstico del tiempo. Si a esto le sumamos la necesidad de llegar temprano al trabajo, por ejemplo, las prisas pueden derivar en una desgracia.