Trinidad frente al fantasma de la «baja perpetua»
Tras un impase de año y medio, el anuncio de la reapertura turística para el 15 de noviembre ha revivido la esperanza del regreso a la normalidad posible en uno de los polos más pintorescos de Cuba, Trinidad.
Cuando el 11 de marzo de 2020 el coronavirus asomó su cabeza en Cuba –precisamente en un reducido grupo de turistas italianos de la región de Lombardía que se encontraban alojados en esta ciudad– en la villa trinitaria funcionaban alrededor de 1 800 hostales y cientos de paladares, cafeterías, galerías de arte y negocios privados que días después tuvieron que poner cerrojos ante la amenaza de una enfermedad todavía desconocida en Cuba y también en el mundo.
Para Trinidad, y prácticamente para todo el planeta, se inició una pausa que puso en jaque a dos de los mercados más p...