El impulso de cultivos transgénicos deviene premisa en Cabaiguán, camino a la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible
Por: Alexey Mompeller Lorenzo
Cabaiguán ha sumado puntos a la producción de alimentos desde que se implementara aquí la siembra y comercialización de cultivos transgénicos en agricultores líderes.
Con el empuje del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología se acopiaron más de 6 toneladas por hectárea de maíz híbrido transgénico H (S3) 26, tecnología empleada para la obtención de la semilla y el consumo animal.
De acuerdo con el balance efectuado por el Programa de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en el municipio, de enero a junio del año corriente los rendimientos en alimentos genéticamente modificados distinguen por su calidad al permanecer libres de malezas y plagas.
Destaca la introducción de Dorado, Esmeralda y Diamante variedades de maíz validadas por instancias productoras de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Agropecuaria Integral Cabaiguán que elevó sus indicadores.
Al irrumpir en la labranza de la soya transgénica con 406 quintales plantados y una utilidad de 2,6 toneladas por hectárea, la alternativa sustituye importaciones y ante los efectos del cambio climático demuestra su resistencia a las intensas lluvias y enfermedades.
En otros renglones de la producción de alimentos sobresale la incursión en siete clones de yuca, dos de boniato y la siembra del plátano FHIA, con ganancias potenciales de 17, 14 y 30 toneladas por hectáreas, respectivamente.
El trabajo en las hortalizas despunta con los tomates de consumo Celeste y Pawer, mientras en las frutas la localidad corresponde con creces en el debut del cultivo de la Frutabomba Gigante, cuyos resultados se acercan a los estándares internacionales, y del mango MININ con el propósito de prolongar la producción para cerrar el ciclo.
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