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Recuerda Guayos dos símbolos humanos de su cultura

Este 7 de noviembre coinciden dos hechos culturales que marcan la historia de Guayos: el aniversario 102 del natalicio de Crucelia Hernández Hernández y el fallecimiento de Tomás Álvarez de Los Ríos

Tomás Álvarez de Los Ríos es conocido en el mundo cultural como el hombre de los refranes.

Por: Hugo Crespo Crespo

El 7 de noviembre de cada año, los guayenses recuerdan a dos símbolos humanos de su cultura. En esta coincidencia histórica, ese día de 1923 nació Corina Crucelia Hernández Hernández, en Santa Julia, Taguasco, la tercera de siete hermanos, cuatro varones y tres niñas.
Su niñez y su adolescencia estuvieron cargadas de amor; vivía en una casa a la que llamaban El Batey, sus hermanos jugaban a la pelota con equipos de la localidad y los días festivos se celebraban con una vitrola. El día de las madres y el de los padres se hacía teatro y se leían poesías producidas generalmente por la imaginación de Crucelia.
A los seis años representó un papel en una comedia realizada en la escuela: «La nieta malcriada». Siempre actuó en los actos de fin de curso, en una ocasión disfrazada de médico, imitando al doctor del pueblo, vestida de negro, con tabaco y con bastón.
Por esa época aprendió a bailar, su canción predilecta era «Son de la loma», tenía entonces siete u ocho años y su profesor de baile era su padre.
En 1973 comienza a escribir sus primeros poemas y en 1975 participa en un Festival del creador de la canción con una balada dedicada a su esposo («No lo averigües» ), musicalizada por Arturo Alonso.

Crucelia Hernández sigue siendo la novia eterna de Guayos.

De allí datan sus inicios como compositora, lo que la hizo portadora de más de una decena canciones registradas (boleros, baladas, guajiras, guarachas), asi como su participación como autora de varios temas en el Festival de Música Popular Arturo Alonso Díaz.
En aquellos primeros años de su carrera artística su labor poética se desarrolla en el taller literario que radicaba en su casa, llamado «Rolando Escardó».
A instancias de algunos compañeros se traslada al taller «Rubén Martínez Villena» de Cabaiguán. En este se seleccionaron algunas de sus obras para ser presentadas en encuentros de talleres literarios provinciales y nacionales.
En el año 2000 se publica su primer libro «Testigo de mis horas», en él recoge diversos poemas, poesías para sus nietos, poesías de amor, temas sociales, siempre desbordando emoción.
En el 2015 se le publica su obra, Íntimo fulgor, a instancias de la Dirección Municipal de Cultura, con prólogo de Rafael Alonso, quien ungía como director de la referida entidad.
El canal Educativo 2 también rindió su homenaje a esta querida poetisa, llamada también La novia de Guayos o Dama de los tacones con un documental dedicado a su vida y obra, gracias al realizador guayense Yaidel Hernández.
Durante su vida recibió varias medallas, y condecoraciones.
Falleció el 14 de julio de 2020, siendo sepultada en Cabaiguán con todos los honores de familiares, amigos, autoridades y su pueblo.
El 7 de noviembre y el 14 de julio siempre es recordada en su pueblo querido.
En ocasión de una gala dedicada al centenario de su natalicio este fue uno de los poemas que se le dedicó y abrió el espectáculo. La obra está inspirada en alguien que me conmovió por poseer un don especial en cuanto a su educación, instrucción y valores. Su forma de dialogar y su belleza, elegancia y sencillez. Visité su hogar, estuve con ella en varios eventos y era alguien que transmitía dulzura y cariño para todos.
Joya de la poesía (autor Hugo Crespo Crespo)
Cruz, joya desde ese día,
cuando a tu Guayos llegaste,
un universo atinaste,
de amor y de poesía.
De tu mente amanecía.
cada verso con pasión,
metáforas en acción,
vislumbrando cual destello,
para acariciar lo bello,
salido del corazón.

Mujer limpia, pura y bella,
de amor, canción y ternura,
aquí tu imagen perdura,
e ilumina como estrella.
Eres aquí una doncella,
de trino dulce y de paz,
que sin ningún antifaz,
pusiste verbo y valor,
a tu íntimo fulgor,
que no se olvida jamás.

Tu voz cual dulce trinar,
de ave libre en su vuelo,
quedará en este suelo,
para siempre recordar.
Tu obra se echa a volar,
en tu pueblo y sus salones,
la Dama de los tacones,
bailará un buen danzón,
llenando de inspiración
a tus fieles seguidores.

Dueña de esa elegancia,
al hablar, al caminar,
siempre presta a conversar,
y a entregarnos su fragancia.
Mujer de alta prestancia,
de canto y literatura,
por eso en su estatura,
alumbran todos los rayos,
eterna novia de Guayos.
símbolo de la cultura.

Por su parte Tomás Nazario Álvarez de los Ríos, nació el 28 de julio de 1918 en Guayos, en la provincia de Sancti Spíritus, en el seno de una familia humilde.
A pesar de sus necesidades y la imposibilidad de poder adquirir materiales de estudio, la madre de Tomás, Carmen de los Ríos, obligó al mismo, en algunas ocasiones, a escribir con carbón y yeso, y hasta hacer cálculos matemáticos en el piso de su casa.
Desde sus primeros años en la adolescencia mostró inclinación por el periodismo y a los veintidós comienza a incursionar en este campo como fundador y colaborador de periódicos locales en su natal Guayos, entre ellos podemos mencionar: “Acción”, “Superación”, “Adelante”, entre otros.
En estos años se inicia como lector de tabaquerías, oficio que le permitió enriquecer su cultura al leer libros de deferentes cortes incluyendo los políticos como “Los fundamentos del Socialismo en Cuba”. Influenciado por la lectura de estos libros,
Tomás expresa sus ideas revolucionarias en la prensa clandestina, convirtiéndose en un activo miembro del Movimiento 26 de julio en la región central por lo cual fue apresado y tuvo que viajar al exilio a Venezuela en 1958.Fue iniciador de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en Sancti Spiritus de la cual fue su primer presidente, cargo que desempeñó durante 8 años. También fue fundador, en 1979, de la Comisión Provincial de Monumentos y es reconocido como fiel defensor de la conservación y restauración de la arquitectura colonial espirituana.
Fue Delegado por varios años a la Asamblea Provincial del Poder Popular, y al culminar su mandato como presidente de la Uneac en 1987, pasa a laborar como redactor de la Sede del Comité Provincial del PCC, cargo que desempeñó por un año hasta su jubilación en 1988.
El hombre de los refranes fallece a los 90 años el 7 de noviembre de 2008.
Casa de los refranes. La casa fue hecha según el pedido y las indicaciones de quien en lo adelante seria su dueño, el escritor y periodista Tomás Álvarez de los Ríos, quien la habitó hasta el final de su vida.
Esta casa, único Museo de Refranes del mundo, contiene refranes provenientes de todas las culturas y latitudes de todo el mundo, los que tratan sobre el amor, la amistad, los animales, el comer, la edad, el cuerpo, la guerra, el hombre, la mujer, la naturaleza, los oficios, la riqueza, el saber, la vida, los valores, en fin, sobre casi todos los temas de la vida y de la muerte.
La casa de Tomás, conocida por todos los espirituanos como «La Casa de los Refranes», es un museo distinto, sin salones expositores, sin guías profesionales, ni horario de apertura o cierre, alejada de formalismos que le resten la esencia de haber sido la vivienda de un hombre amante del lenguaje, la cultura y la humanidad.
Algunos de sus refranes son:
• El amor perfecto a veces no llega hasta el primer nieto.
• El amor y la tos no pueden ocultarse.
• El amor y los huevos, mejor frescos.
• Feliz la doncella que se casa con un huérfano de madre.
• La que mucho enseña lo que tiene, darlo o venderlo quiere.
• Más fuerte era Sansón y lo venció el amor.
• No hay muerto malo ni novia que no sea bonita.
• Ojos que no ven, corazón que no siente.
• Oscuridad de la casa candil de la calle.
• A los amigos se les conoce en la desgracia.
• Al amigo con su vicio.
• Al tiempo del higo, no hay amigo.
• Amigo en la adversidad, amigo en la realidad(México).
• Amigo por amigo, el buen pan y el buen vino.
• Con el amigo bueno hasta la sepultura.
• Cuídate del amigo que fue antes enemigo.
• El abrazo de un verdadero amigo no tiene precio.
• El amigo de dios es enemigo de los curas. (Alemán)
• El amigo es un hermano en tiempo de angustia. (Biblia)
• El hombre se ha hecho para tener un amigo.
• El mejor espejo es el ojo del amigo. (Inglés)
• El peor testigo, el que fue tu amigo.
• En cárcel y hospital, verás al amigo leal.
• En chica cama y largo camino se conoce al buen amigo.
• Quien tiene dinero, tiene compañeros.
• Sobre dinero no hay compañero.
Para sumar un total de cinco mil.
Guayos le rindió homenaje al cumplirse el centenario de su natalicio donde un grupo de investigadores, historiadores, escritores y personas que lo conocieron estuvieron presentes.
Organizado por Leonardo Valdivia García, director de las Casa de Cultura de Guayos Elcire Valentín Pérez González, al homenaje asistieron compañeros de Tomás y amigos, entre ellos Gabino Bejerano, Crucelia Hernández, Héctor Cabrera Bernal, María del Carmen Monteagudo, Mario Ramón Rodríguez Valero, Noelio Ramos Rodríguez, José Ramón Crespo Jiménez, biógrafo de Tomás y Hugo Crespo Crespo, quien fue el moderador de la actividad, y quien tuvo la iniciativa como presidente de la Unión de historiadores de rendir este tributo a esta personalidad de la historia y cultura de Guayos.
En la ocasión también se dedicó el siguiente poema a este guayense que dejó una huella imborrable en su pueblo y en Cuba.

A Tomás Álvarez de los Ríos. ( Autor Hugo Crespo Crespo ), a quien conocí en su propia casa y pude entrevistar para un espacio radial acerca de la leyenda del Hombre rojo.
Periodista y escritor,
guayense de pura estirpe,
en Guayos donde naciste,
para ti existe una flor.
Hombre de caña y sudor,
que en los campos encontraste,
aquel amargo contraste,
de la vida y el amor.

Carmen con gran pasión,
te impulsó a la escritura,
a escribir con gran ternura,
con yeso y con carbón.
Por eso por vocación,
el periodismo iniciaste,
y con tesón tú te alzaste,
a una hermosa profesión.
La lucha con gran fervor.
comenzaste aquí un día,
con espíritu y osadía,
con valentía y honor.
Hombre de amplia cultura,
que regresó a su nación,
a emprender con devoción,
sus disímiles posturas.
De su arte creador,
salieron tantas historias
que enaltecen la memoria
de este noble y buen autor.
Los triángulos del amor,
Candelaria y las Farfanes
con entusiasmo y afanes
nos deleitamos mejor.
Al viejo puente cantó,
a todos los carreteros,
su empeño fue como el eco,
que al pueblo estremeció.

Por eso aquí dejó,
su huella imperecedera,
y no existe otra manera,
de honrar lo que entregó.
Aquí él se construyó,
una casa en sus afanes,
el hombre de los refranes,
donde una huella marcó.

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