Mirta Zenaida Estupiñán González será un nombre, que resonará en el ámbito literario, cultural, histórico y del arte en general en Cuba de generación en generación

Por: Hugo Crespo Crespo
Tengo que confesar que me sorprendió y golpeó muy fuerte, la noticia recibida la tarde del 9 de mayo de 2025; no lo esperaba, pensaba que la guerrera que conocí podía seguir el combate de la existencia, nos hacía mucha falta.
Quedaron pendientes muchos asuntos donde eras una clave esencial para concluir importantes obras que llevarían tu cuño y firma; pero aún así, nadie podrá sustituir ese sitio que ganaste en la Unión de historiadores sin ser tu especialidad, porque ante ti, cualquier materia del conocimiento hacía reverencia.
Mirta Zenaida Estupiñán González, será un nombre, que resonará en el ámbito literario, cultural, histórico y del arte en general en Cuba, las matemáticas tampoco te fueron ajenas y aunque nadie lo imagine, en el baloncesto en tus años mozos, había que respetarte.
Tus cumpleaños aparecían en las redes y otras páginas escritas dos veces al año, quizás por el hecho de ser inscripta el 31 de julio de 1953, aunque la fecha correcta del natalicio es el 5 de junio de ese propio año.
Francisco y Eloísa, hicieron posible que llegaras ese día a un mundo en el cual tomaste un sendero desde bien temprano en la lectura y el conocimiento, convirtiéndote en una lectora voraz de cuanto libro caía en tus manos. Jocosamente Eloísa afirmaba que lo peor que había hecho, era poner las primeras uñas de la niña dentro de un libro porque después llenó la casa de ellos. Y así fue, uno tras otro eran como vasos de agua que bebías para aplacar tu sed de saber.
Por eso antes de los 5 años de edad, esta mujer que hoy despedimos de forma física, aprendió a leer y a escribir a instancias de otros familiares, por lo que ya a los 7, comienza directamente en el tercer grado en la escuela José Martí, conocida como Marchena para después concluir el sexto grado en la escuela Noel Mariano Sancho Valladares de la cual fue fundadora en el curso de su apertura.
Desde estos niveles primarios Mirta sobresale por sus conocimientos en varias materias, con mayor énfasis en el área de Humanidades en la asignatura de Español, resultados que la conllevan a convertirse en alumna vanguardia, entre los 5 mejores que fueron exhibidos en una carroza por las principales arterias de la ciudad.
Posteriormente cursa la secundaria básica en la escuela Conrado Benítez, instalación que ocupada por lo que hoy día es la Dirección de Deportes en el territorio. Después concluye la enseñanza media en el plantel Nieves Morejón López y en años sucesivos en el preuniversitario Elcire Pérez González y en el instituto José Martí, hoy Universidad espirituana del mismo nombre.
Al concluir los estudios en el preuniversitario comienza a estudiar en la Universidad Central de Las Villas, la especialidad de Bioquímica-Farmacéutica, la cual no decide continuar por problemas de afectaron su salud, por lo que regresa a Cabaiguán y comienza a estudiar Español-Literatura en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela Morales de Santa Clara, al tiempo que labora en la secundaria Nieves Morejón y después en la Jesús Menéndez de Guayos, donde imparte la asignatura de Matemática.
Posteriormente labora en Pojabo, fue fundadora del IPUEC Elcire Pérez González en El Saltadero, del Beremundo Paz de Neiva, después incursiona en el plantel Octavio de la Concepción de Pozas y finalmente se traslada al Instituto Pedagógico Silverio Blanco Núñez, centro del cual pasa a formar parte años más tarde del claustro de la Universidad José Martí de Sancti Spiritus y del Centro Universitario Municipal de Cabaiguán, donde se jubila.
Esta incansable lectora, investigadora y escritora, ostentaba el título de Licenciada en Educación y Máster en Filología Hispánica por las Universidades de Oviedo y Cienfuegos. Fue profesora Consultante de la UNISS José Martí, donde obtuvo la Categoría Docente Superior de Profesora Auxiliar. En esta enseñanza fue profesora principal de las disciplinas de Estudios Literarios, Redacción y Estilo y Práctica del Idioma y Profesora Investigadora del Centro de Investigaciones Pedagógicas de la Universidad Pedagógica Silverio Blanco; coordinadora provincial de la Carrera de Comunicación Social y profesora principal de la disciplina Historia y Cultura de Estudios Socioculturales en el Departamento de Estudios Socioculturales de la Universidad de Sancti Spiritus José Martí; y coordinadora de la carrera de Estudios Socioculturales en la Filial Universitaria Municipal de Cabaiguán.
Durante su vida profesional impartió Literatura Cubana, Española, Hispanoamericana, General e Infantil, Apreciación del Arte, Análisis Literario, Redacción y Estilo, Análisis de textos, Teatro cubano, entre otras. Es autora de programas docentes, artículos sobre la enseñanza de la lengua y la literatura, y sobre literatura en particular. Tuvo dominio del inglés y el francés.




Esta pedagoga y amante de la literatura, fue miembro de la Comisión de Expertos de la Universidad Pedagógica Silverio Blanco, del Consejo Científico de la Facultad de Humanidades de dicha institución y Vicedecana de Investigaciones y Postgrados de la citada Facultad.
Perteneció también a la Comisión Científica del Departamento de Estudios Socioculturales y al Consejo Científico de la Facultad de Humanidades de la UNISS.
Su aval en resultados y premios no alcanzarían estas breves cuartillas para hacer referencia a ellos. Obtuvo la Medalla Rafael María de Mendive, la Distinción por la Educación Cubana, la Distinción Especial del Ministro de la Educación Superior, el Premio al Mérito Científico en la categoría de Desarrollo Local por la Universidad de Sancti Spíritus, el Premio del Rector de la UNISS por “Mejor Profesor en la esfera de la Ciencia y la Técnica” y fue trabajadora vanguardia del centro, de su facultad o su departamento en múltiples ocasiones.
Esta profesional de las letras y maestra de generaciones, es coautora del Diccionario de autores de la Literatura Infantil Cubana, autora principal de El texto, sus problemáticas y los componentes funcionales de la competencia comunicativa, de Alternativas para la superación de los docentes de Lengua Española y de Español-Literatura de la provincia Sancti Spíritus, del Manual para la promoción cultural, Acciones socioculturales de la SUM de Cabaiguán para el desarrollo local, Multimedia Cabaiguán: patrimonio, historia y arquitectura, junto a Marlene García es coautora del Diccionario literario de Cabaiguán, del Diccionario literario de Sancti Spíritus, de Cabaiguán en la Revolución de 1959: héroes humildes de su historia y Multimedia: Cabaiguán patrimonial. Fue editora de varios libros y miembro del Consejo de Redacción de La Pedrada, revista cultural de Sancti Spíritus, entre otras investigaciones y publicaciones tanto en Cuba como en el extranjero.
Esta mujer, madre de dos hijos, esposa y abuela, ha sido acreedora de multitud de premios y reconocimientos por su labor profesional y como investigadora y crítica de la Literatura: la Beca Nacional de Creación DADOR 2010, el Premio Fayad Jamís en crítica literaria, el Premio Fundación de la Ciudad de Sancti Spíritus Fayad Jamís en ensayo, los premios reiterados en otros eventos provinciales como el de Investigación y Crítica de la Literatura Panchita Hernández, el Hiloverde, el Evento de Crítica Literaria Rubén Martínez Villena, los Encuentro Debates de los Talleres Literarios, entre otros. La Delegación Provincial del CITMA le reconoció su destacada labor investigativa en el sector del MINED en 1999 y el Comité Provincial de la UNEAC por su labor de investigación y crítica de la Literatura Infantil.
A esta defensora de la literatura y el idioma se le otorgó el Premio Provincial de Innovación Tecnológica del 2012 y el 2013. Cursó postgrados de modo sistemático a lo largo de su desempeño profesional y en su ejercicio docente como profesora de la Educación Superior. Se mantuvo como tutora de trabajos extractases, trabajos de curso y trabajos de diploma en el Curso Regular Diurno y en los Cursos para Trabajadores; y de tesis de maestrías, todos evaluados de forma satisfactoria y en muchos casos seleccionados para eventos y premiados.
Colaboró particularmente en la promoción de la literatura y de la lectura. Se destacó tradicionalmente en el trabajo metodológico. En el 2012 se le entregó un Reconocimiento de la Facultad de Humanidades por su desempeño en esta esfera, la extensión universitaria y en las tareas de Ciencia y Técnica.
Integró la Cátedra Provincial de Literatura Infantil y presidió la Cátedra Honorífica de Estudios Socioculturales Fayad Jamís que tuvo desde su fundación una labor muy destacada en la institución y dentro del ámbito de la localidad y de la provincia. Tres ponencias suyas fueron seleccionadas para publicación en la Segunda Conferencia Científica Internacional de la UNISS Yayabociencia 2013 y una para exposición en las comisiones.
Mirta ante todo se consideraba una promotora de la lectura y de la cultura desde la clase, en matutinos, en actividades a nivel de escuela, en la facultad, en el Centro Universitario y en otros lugares como la UNEAC, Biblioteca o CDIP del Pedagógico, en la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena, a través de conferencias, mesas redondas, paneles, presentación de libros, charlas y en jurados donde su medida era exacta para criterios finales.
Desde su integración en la Unión de historiadores en Cabaiguán, mantuvo una actividad investigativa constante, aportando sus valiosos conocimientos no solo en la redacción y estilo de las ponencias y textos, sino en el contenido histórico. Un ejemplo lo constituye el libro Mártires de La Llorona que escribió junto a otros autores. Por este y otros motivos, no faltaron los reconocimientos de la referida organización y de la Dirección Municipal de Cultura.
No obstante, a pesar de sus dolencias entre ellas el asma que la golpeó de forma desmedida, sus problemas circulatorios y otras complicaciones en su salud; Mirta, continuó creando de forma constante. Su casa era un sitio donde combinaban un conjunto de factores para, ante todo, el diálogo con sus colegas y temas afines a su profesión tuvieran siempre su espacio, unido a la buena taza de café y temas que incluían una gama de ideas y definiciones que cualquiera salía con un diplomado de altas calificaciones.
Allí, en la pared, parte de sus reconocimientos, porque todos los recibidos no tenían la oportunidad de estar. Los libros y revistas, ocupaban sillones, mesas, vitrinas, estantes, sillas y hasta en el piso; pero sobre todo alguien quien la apoyó, cuidó y ofreció su esmerada atención hasta el último instante, también te recibía y atendía. Ese, su esposo Alberto, quien, acostumbrado a los vicios, de quien, por años, fue su mejor amiga y compañera, podía dialogar y dar aportes a esta obra que deja hoy para que miles de seguidores del ámbito literario la tengan como referencia y ejemplo.
Desde su postura intelectual y con decisiones muy definidas entre el sí y el no, lo correcto y lo incorrecto y en la defensa de un punto de vista donde convergen conocimiento y razón, Mirta nos seguirá guiando desde su impronta por la salvaguarda de la lengua materna, la literatura y el complejo y variado mundo de los libros, donde las adversidades no fueron obstáculos para seguir en su empeño de construir una obra en favor de sus semejantes, muchos de los cuales la sabrán llevar como referencia por los senderos del saber.
Hoy no te decimos adiós, estimada profesora, amiga y compañera, porque personas como tú, siempre estarán a la vuelta del camino para indicarte la ruta a seguir.