Cabaiguán en víspera de su centenario como municipio en 2026, puede regalarle a la efeméride una calle Valle más elegante, conservada, limpia e iluminada

Por: Hugo Crespo Crespo
Los cabaiguanenses y personas que residen en otros puntos de la geografía municipal conocen del transitar por una arteria de esta ciudad que es referencia obligada para los lugareños y visitantes del lugar.
Es prácticamente imposible que un habitante de Cabaiguán no haya transitado por la calle Valle. La denominación, adoptada a principios del pasado siglo XX, proviene de Fernando Valle, perteneciente a una acaudalada y conocida familia espirituana, que era dueño de la finca hacia donde creció el poblado. Por ese motivo también quedó para la historia la calle Natividad, pues ese era el nombre de su esposa.
La calle Valle fue y es la principal arteria comercial y de otras actividades, sitio obligado de la vida social de la ciudad, testigo por más de cien años, de los acontecimientos más significativos del municipio, asfaltada en los años 40 del siglo XX, durante el mandato del alcalde Casimiro Hernández Granado y concluida en el gobierno de Segundo Borges Henríquez.
En esta vía urbana cabaiguanense se produjeron varios actos, protestas, festejos y otras conmemoraciones durante la etapa neocolonial. En 1957 fue el único pueblo de Cuba que celebró el Primero de Mayo, a pesar de la represión desatada por el gobierno de Batista. Posteriormente el 22 de diciembre de 1958, en ella se celebró la liberación del poblado por parte de la columna guerrillera No 8 Ciro Redondo, dirigida por el Che.





La otrora calle Valle, hoy convertida en avenida Sergio Soto Valdés, es parte del centro tradicional y polifuncional de la ciudad, pero esto no ha traído como consecuencia una política de preservación y reanimación efectiva, dado en un alto por ciento por los problemas económicos que enfrenta el país y Cabaiguán en particular.
La indisciplina ciudadana y la negligencia de quienes deben evitar las alteraciones de las edificaciones son otros factores que tienen y han tenido incidencia en que la imagen arquitectónica de esta parte del centro histórico se haya alterado considerablemente.
Las más graves violaciones del patrimonio de la avenida Sergio Soto son las llamadas transformaciones impropias como cambios capitales en las viviendas que le han hecho perder en un alto grado sus fachadas originales: cambios de cubiertas, alteraciones en los puntales, cambios en los vanos de puertas y ventanas, en la carpintería, cambios o añadidura de pretiles, construcción de rejas o balaustradas perimetrales que cierran los portales y otras.
Estas transformaciones se están dando por diferentes causas como son el envejecimiento, la falta de mantenimiento por la escasez de materiales y por el elevado precio de estos y de la mano de obra, la negligencia, la indisciplina durante carnavales y otras fiestas populares, el uso demasiado intensivo que introduce cambios perjudiciales, las indefiniciones o deficiencias de la estructura heredada, o la necesidad de incorporar nuevas actividades, elevar las opciones y mejorar el nivel de servicio de la población.
La avenida Sergio Soto, arteria central de la ciudad de Cabaiguán, ha sido testigo con el paso del tiempo, de manifestaciones en la época neocolonial, marchas, desfiles, festividades y otros eventos.
De ellos se mantiene actualmente el desfile martiano cada 28 de enero, la marcha de las antorchas, el desfile por el Primero de mayo, le celebración de la semana de la cultura y las fiestas populares, por solo citar algunas.
En su contexto se encuentran las principales tiendas, el Banco de Crédito y Comercio, farmacias, la sede del Partido Municipal, la otrora Colonia Española, el palacio de Pioneros, otrora Sociedad El Progreso, el cine Rogelio Rojas, la Casa de Cultura, la sede de la FMC, los primeros cajeros automáticos del municipio, establecimientos, la Taberna 1814 antes el bar El Crispín, el parque 200 inaugurados en el 2014 y la Imprenta 21 de Diciembre, entre otras instituciones.
Con el paso de los años, algunos de los inmuebles de esta arteria de la ciudad se han deteriorado como son los casos de la antigua tienda Samuel, en derrumbe total, el recordado y olvidado local de Los Helados de París, la archiconocida tienda La Francia, el círculo Social Ciro Redondo, antigua Colonia Española, detenida en el tiempo, el local de la Uneac, el cine Rogelio Rojas, un coliseo que aclama más arte en la escena, la Casa de Cultura, la Biblioteca Beremundo Paz y el sitio donde se encuentra la tarja del Che. No obstante, existen otros inmuebles que necesitan su toque de mantenimiento, pintura y detalles estéticos.
Estas obras representan parte de la identidad de un pueblo y por ende deben ser tenidas en cuenta en los planes inversionistas de las empresas que la representan u otras formas de gestión gubernamental. Es menester destacar que algunas de ellas mantienen su cuidado y preservación y como ejemplo se destacan el Banco de Crédito y Comercio, la Casa del Tabaco, el Palacio de Pioneros, reparado en meses recientes con una cifra superior a los 14 millones de pesos y la sede del PCC Municipal.
La avenida Sergio Soto, también recibe en sus espacios a los nuevos actores económicos, quienes deben seguir las reglas de urbanismo para la habilitación de sus negocios, ante lo cual se deben tener en cuenta aspectos determinantes por parte de la Comisión de Patrimonio y el Consejo de la Administración, con el apoyo de la Comisión de Historia del Partido y la Unión de historiadores de Cuba en la localidad.
Cabaiguán en víspera de su centenario como municipio en 2026, puede regalarle a la efeméride una avenida Sergio Soto, más elegante, conservada, limpia e iluminada.
Esta arteria puede palpitar mejor al ritmo de los cabaiguanenses, ofreciéndoles un mejor confort de sus instalaciones, espacios públicos como el parque José Martí, el Parque 200, el de la CTC y la Plaza Mártires de La Llorona, con la vitalidad, la limpieza y el esplendor que merecen, esquinas sin desechos sólidos, como se ha logrado en los meses más recientes y el control de la disciplina de quienes la maltratan y transitan por ella, no sólo por los de a pie, sino por aquellos que la emplean como pistas de carrera en las noches apacibles, donde nuestros coterráneos necesitan restaurar sus fuerzas para al día siguiente emprender los caminos y lucha por la existencia.
La otrora calle Valle, hoy avenida Sergio Soto, espera que en el centenario del municipio sea motivo de inspiración para escritores, poetas, historiadores y cantores y al mismo tiempo ser parte esencial de la vida de un pueblo que la hace suya día a día.