A 105 años del natalicio de Celia Sánchez Manduley, sus ideas revolucionarias perduran en la memoria de los hombres y mujeres de su pueblo

Por: Redacción Digital
Han pasado más de cien años desde aquel 9 de mayo de 1920 y la imagen de Celia Esther de los Desamparados Sánchez Manduley no envejece. Para los más jóvenes es preciso traer su vida de manera que puedan iluminar cada experiencia y comprender la humanidad de las mujeres y hombres que pelearon en la Sierra y el llano.
Necesitan saber que independientemente de ser ella el brazo derecho de Fidel, la mujer de toda su confianza, testigo de sus desvelos y reparadora de los sueños de una nación, fue una muchacha alegre, llena de detalles, firme y entregada.
Encontró la felicidad en el servicio a los demás, tomó como propia la alegría de todos… o lo que es igual: no comprendió la felicidad personal como un fenómeno exclusivo, sino como una misión en la que las mayorías pudieran tener la misma sonrisa y libertad. Y continúa así, cuidando todo… cuidando del pueblo.
Publicación Recomendada: