Al voto unido hemos sido convocados los cabaiguanenses, como toda Cuba este domingo 26 de marzo, en que estaremos eligiendo nuestros representantes en la Asamblea Nacional del Poder Popular, el máximo órgano legislativo de este país, donde se adoptan las decisiones más importantes, por cuanto inciden en la vida de la gente y sus formas de realización.
Por: Lillipsy Bello Cancio
El caso es que durante los últimos siete meses los cubanos hemos asistido a diferentes procesos de este tipo, en todos los casos para decidir… en cada uno sobre un aspecto diferente: primero fue a favor del Código de las Familias, en noviembre pasado para elegir los delegados a la Asamblea del Municipio y ahora para disponer quiénes nos representarán ante el Parlamento Cubano.
“Y con el voto del 26 de marzo también vamos a defender la Revolución”, ha afirmado el Presidente Cubano, Miguel Díaz-Canel: “Esa Revolución, agregó, que ha estado viviendo momentos muy complejos, y en cuya base está, más allá de nuestras propias insuficiencias, la política criminal del Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba”, una realidad que saltó de las leyes y la intención y nos golpeó el rostro en el momento más doloroso, mientras Cuba y el mundo se “desangraban”, luchando contra una pandemia que devastó familias enteras.
Ahora las campañas de mentiras en las redes sociales y otros medios las están dirigiendo contra el proceso electoral para que no se vaya a votar, para deslegitimar la Asamblea Nacional, para deslegitimar los resultados de nuestras elecciones, para deslegitimar un sistema democrático y popular como la esencia misma de quienes lucharon para liberarla del yugo Imperial.
Para nadie es un secreto que los cubanos estamos viviendo el momento más preñado de retos y dificultades de todo tipo en los 64 años de vida de la Revolución, con una economía que ha tocado fondo y sufre las carencias de aseguramientos para producir, agravada por una inflación en los precios de los alimentos básicos, escasos por demás, y el criterio de que somos los mismos cubanos quienes, en estrecha unidad del pueblo en torno a la Revolución, tenemos que encontrar el camino para salir de la crisis y volver a encausar los destinos de nuestra Patria.
Pero por esa, extraña para la gran mayoría, manera que tenemos los cubanos de defender a Cuba y porque existen muchas trincheras y en todas se necesita la certeza de que allí hay patriotas, listos para ese combate épico que le dé a la Revolución la victoria tan necesaria para seguir adelante, este domingo ocurrirá lo mismo que no terminan de entender quienes solo alimentan el odio: ¿por qué esperan un resultado diferente de este pueblo, que sabe muy bien el significado de sus votos unidos por los 470 candidatos a diputados?.
Este 26 de marzo con el sonido del clarín miles de cabaiguanenses vamos a responder, como tantas veces, sin vacilaciones ni cansancios: en las elecciones generales, otra vez se romperá el corojo y los mambises de siempre saldremos a la carga.
Es un derecho soberano y digno que defenderemos en las urnas; es una conducta cívica, que nos distingue, y que está por encima de intereses personales o de cálculos de conveniencia. Hay una fuerza mayor para afincar nuestra aprobación por los propuestos, y esa razón es la independencia y, sobre todas las cosas, esa razón es la Patria… y eso, eso nos lo enseñó Fidel.
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