El barbero Ramón Pérez Ruíz fue uno de los más notorios que trabajó tanto en Cabaiguán como en el Consolidado de Barberos y Peluqueros de Santa Clara
Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
La profesión de barbero se remonta, según algunos investigadores, al oficio de afeitar o hacer la barba y llámese también sangrador, porque desempeñaba además esta profesión.
Refiriéndonos a Cabaiguán, antes de 1959, las barberías estaban situadas, generalmente, en las calles más céntricas del pueblo. Los más viejos mencionan como más notorias la de Juan Mesa, Everardo Ruiz y Mongo, que estaba situada a un costado del bar Gallito, mientras que en la acera del frente, había otra de tres sillones, de Antonio Vega y otros dos empleados nombrados Onelio y Armando.
En la principal arteria del poblado, existieron otras barberías, pero hoy nos vamos a detener en la figura de un barbero de origen campesino, conocido por Ramón Pérez Ruíz, procedente de la zona de Cayajaca.
Ramón constituyó su familia junto a Carmen Cabrera Miranda y quiso el destino que tras padecer de una enfermedad aguda, se convirtiera en barbero al trasladarse a una parcela pequeña de tierra en la que había una edificación confortable y allí estableció una bodega e instaló una barbería, que habilitó con un moderno sillón para pelar.
Hasta 1957, vivió en El Juncal, pero a partir de esta fecha alquiló un local en la calle Natividad 97, e instaló una barbería con dos sillones donde trabajaba con su hijo. Así bajo el fragor del trabajo graduó de hombre a su joven hijo, que además de laborioso abrazó las ideas revolucionarias y al triunfo de la Revolución desempeñó otras tareas, mientras su padre continuaba ejerciendo el oficio. Ramón, en 1968, pasó a trabajar en el Consolidado de Barberos y Peluqueros de Santa Clara, lugar para donde se había trasladado en 1966, pero a inicios de los años setenta regresó a Cabaiguán y de nuevo trabajó como barbero en la calle Natividad 97 hasta su jubilación.
Esta reseña ha sido facilitada gentilmente por su hijo, conocido por sus contemporáneos en Cabaiguán, como Arístides, el Barberito.
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