«La llegada de la inteligencia artificial trae consigo cambios rápidos y profundos en la sociedad, que afectan características humanas esenciales, como el pensamiento crítico, la capacidad de discernimiento, el aprendizaje y las relaciones interpersonales», dijo León XIV

El papa León XIV pidió este viernes reflexionar sobre «las posibles consecuencias de la tecnología en el desarrollo intelectual y neurológico» de los jóvenes y reclamó «una acción coordinada» de todos los sectores de la sociedad para regular la inteligencia artificial.
«La llegada de la inteligencia artificial trae consigo cambios rápidos y profundos en la sociedad, que afectan características humanas esenciales, como el pensamiento crítico, la capacidad de discernimiento, el aprendizaje y las relaciones interpersonales», dijo León XIV en un discurso al recibir a los miembros de la Fundación Centesimus Annus con motivo del seminario «Inteligencia artificial y cuidado de nuestra casa común» que se celebra en Roma.
El papa se preguntó: «¿Cómo podemos garantizar que el desarrollo de la inteligencia artificial sirva verdaderamente al bien común, y no simplemente a la concentración de riqueza y poder en manos de unos pocos? Esta es una pregunta urgente, ya que esta tecnología ya tiene un impacto tangible en la vida de millones de personas, todos los días y en todo el mundo», añadió.
Y sobre todo, el pontífice estadounidense y peruano instó a una reflexión: «Sobre una preocupación que debe tocarnos el corazón: la libertad y la espiritualidad de nuestros niños y jóvenes, con las posibles consecuencias de la tecnología en su desarrollo intelectual y neurológico».
Según León XIV, ante «las preguntas fundamentales» de la existencia, «realidades a menudo marginadas e incluso ridiculizadas por los modelos culturales y de desarrollo imperantes (…) será crucial que los jóvenes aprendan a usar estas herramientas con inteligencia propia, abiertos a la búsqueda de la verdad, a una vida espiritual y fraterna, ampliando sus sueños y los horizontes de sus decisiones maduras».
Para «construir un futuro con nuestros jóvenes que, también a través del potencial de la inteligencia artificial, alcance el bien común» se requiere, dijo el papa, «una acción coordinada y concertada que involucre a la política, las instituciones, las empresas, las finanzas, la educación, las comunicaciones, la ciudadanía y las comunidades religiosas».
«Todos estos actores están llamados a cumplir un compromiso común asumiendo esta responsabilidad compartida. Un compromiso que antepone cualquier lucro e intereses creados, cada vez más concentrados en manos de unos pocos», advirtió el pontífice.
Y agregó que «sólo mediante una amplia participación, permitiendo que todas las voces, incluso las más humildes, sean escuchadas con respeto, será posible alcanzar estos ambiciosos objetivos».
