lunes, abril 29El Sonido de la Comunidad

En Cabaiguán pican y se extienden las indisciplinas que engordan la Covid-19

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Por: Alexey Mompeller Lorenzo

Cuando la COVID-19 sea un recuerdo, del baúl de las remembranzas sacará nasobucos, telas que sobrevivieron a la era de las mascarillas, colección de frascos de lociones hidroalcohólicas, una fotografía del doctor Francisco Durán García y puede que encuentre un número de aquella cola que se le pasó.

Pero en su “disco duro” y no precisamente el que almacena gygas del “paquete” permanecerán latentes los instantes de desasosiego. La acumulación de sucesos experimentados a 12 meses del caos sanitario y las escenas que ignora a partir de este minuto acompañarán sus días al considerarse  el SARS-coV-2 una de las peores pesadillas de la presente centuria.

Entre todas esas evocaciones amontonadas, tal vez le venga a la mente uno de los episodios en que Cabaiguán se declaró residencia preferida del nuevo coronavirus. Seleccionemos una fecha al azar, marzo de 2021.

Solo en las jornadas preliminares de este mes cuentan siete casos positivos. Si los avances de la película mantienen en ascuas la situación epidemiológica del municipio, el primer trimestre del año se pronostica intenso. Las estadísticas registradas en un ciclo que heredó la pandemia de un 2020 maldecido hablan claro: 59 casos confirmados de enero a la actualidad.  

La intención no es sembrar el pánico; más los 12 controles de foco abiertos simulan una cifra que parece sacada del brote inicial. En la tercera etapa recuperativa de la enfermedad, el territorio huele un retroceso al deteriorarse los indicadores sanitarios. Crece el número de contagiados y ascienden las capacidades en centros de aislamiento para recibir a pacientes en condición de contactos y sospechosos.

La restricción de movimiento luego de las 8 de la noche no ahuyenta a la COVID-19 que en la mañana se afila los dientes entre tumultos y desobediencias al Decreto Ley 31.

Unas nueve multas impuestas por el uso incorrecto del nasobuco, pasos podálicos sedientos de agua clorada y soluciones para la desinfección de manos y superficies ausentes de algunos entornos resultan ínfimas desde la entrada en vigor de la norma, si se sabe que las negligencias superan la cifra de víctimas identificadas en todas las áreas de salud del territorio. ¿Qué representan los 27 000 pesos recaudados por concepto de dichas infracciones ante los fondos  que destina el país para salvar vidas?

Por cada fiesta clandestina, por los síntomas febriles y respiratorios ocultados, por quienes entran y salen de la demarcación como Pedro por su casa frente a  los ojos ubicados en los puntos de frontera, por los niños hospitalizados, por las aulas en pausa y colectivos laborales cerrados, por las calles cercadas de cintas amarillas y por las familias que ahora se quieren más, se empina la curva de contagios con una tasa de incidencia camino a tocar las nubes: 43, 58 confirmados por 100 000 habitantes.

Pareciera que se arma un rompecabezas. Tras la pista de la fuente de infección de algunos cabaiguanenses andan los especialistas de salud y encontrar los eslabones sueltos se ha vuelto costumbre en las semanas recientes.

Al “bicho microscópico”, dicen, se le ha perdido el miedo y al mínimo voto de confianza el peligro ataca. “Para cortar la transmisión de la enfermedad, urge arreciar el control con mayor exigencia y elevar la autorresponsabilidad institucional, familiar y comunitaria”. Lo advirtió la presidenta del Consejo de Defensa Provincial al hacer énfasis en “la ejecución de pesquisas con calidad porque se trata de encuestar personas no viviendas ni centros de trabajo”.

A las puertas del primer año de desatarse esta crisis sanitaria en Cabaiguán, llegar a los 165 casos positivos de la COVID-19 fue fácil por las posturas indolentes descritas. Recular los diagnósticos también es posible de seguir al pie de la letra los protocolos de bioseguridad no obstante, si tropieza con la misma piedra, tanta desidia le pesará cuando realice el balance de lo que pudo hacer mejor pero será tarde para rectificar.  

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