Cerca de una decena de cabaiguanenses han hecho posible que este municipio haya entrado en la memoria de las Olimpiadas desde 1968
Por: Aramis Fernández Valderas
La historia de los Juegos Olímpicos comienza en el 776 antes de Cristo en Olimpia, Grecia, donde se realizan los primeros Juegos Olímpicos. El premio para los atletas consiste en una Corona de Olivos. Once siglos después, el emperador romano Teodisio I los suspende por considerarlos un espectáculo pagano.
Los Juegos Olímpicos de la era moderna son concebidos por el barón Pierre de Coubertin y se gestan en 1894 en la Universidad de la Sorbona en París. Allí el francés llama a universalizar el deporte bajo el lema: “citius, altius, fortius” (“más rápido, más alto, más fuerte”). El 24 de junio de 1894 se crea el Comité Olímpico Internacional (COI) con la asistencia de 15 países.
La historia de Cuba en los Juegos Olímpicos comenzó por todo lo alto. En París 1900 el espadachín cubano Ramón Fonst consiguió un oro y una plata en esgrima.
Para Cabaiguán la historia olímpica da inicio en la Olimpiada de México en 1968. Hace 53 años el pedalista Ulises Valdés entra en las páginas olímpicas, el muchacho de Cuatro Esquinas se lanza con todas sus fuerzas a las pistas mexicanas.
En 1976 se desarrollaron las Olimpiadas de Montreal, en Cuba existía por aquel entonces un equipo de básquet que era un trinquete, el mejor de cuantos han existido hasta la fecha, en aquella competición obtuvo el séptimo lugar entre todos los asistentes, en el elenco militaba como regular un Cabaiguanense, su nombre Ángel Padrón.
Jorge Félix Ríos Leal, el guajirito de Mota en Cabaiguán, según afirma el historiador del deporte en el territorio, Arístides Ramos, ha sido una de las figuras más destacadas del tiro deportivo en Cuba, principalmente en la especialidad del “Tiro al Jabalí”.
Sin tener antecedentes familiares en la disciplina, ni una formación didáctica al respecto, Jorge Félix Ríos se convirtió en un maestro el “Tiro al Jabalí”, logrando altos resultados, en Cuba, América y el mundo. Tal fue así que representó al país en las Olimpiadas de Barcelona España en 1992.
En el 2008 los ojos de los aficionados se posaron en los juegos olímpicos de Beijing China, allí estuvo el remero del barrio de Pozas en Cabaiguán, Janier Concepción.
En 1912 se celebran las Olimpiadas de Londres, hasta allí llego la muchachita de Neiva que ha tenido que enfrentar la vida a fuerza de coraje, su nombre Yumari González Valdivieso.
Milagro Victoria Crespo Valle es una atleta olímpica natural de Cabaiguán, que se destacó en el Voleibol de Playa, sin embargo es poco, o casi desconocida en este territorio.
Nace el 4 de febrero de 1979. Cursó sus estudios de enseñanza primaria, en Guasimal, sitio al que se traslada tempranamente, en Sancti Spíritus desarrolla su carrera deportiva. Participó en las Olimpiadas de Beijing, donde terminó ubicada en el noveno puesto.
Un bisoño voleibolista que asombra al mundo y sus remates llegan hasta la torre de Eiffel en Francia, representó a Cabaiguán en los Juegos Olímpicos del año 2016 en Río de Janeiro, Brasil, su nombre es Osniel Melgarejo.
De los atletas a las Olimpiadas Especiales también hay que hablar porque Cabaiguán tiene una estrella que responde al nombre de Antonio Lumpuy.
En las delegaciones olímpicas también asisten muchas personas, entre ellos los narradores deportivos quienes llevan minuto a minuto las incidencias de las competiciones, un ejemplo es el guayense Marcial Hernández.
En las Olimpiadas de Tokio solo tenemos a Marcial, sin embargo estamos presentes con más de 60 atletas cubanos porque el deporte une y los deportistas se convierten en hijos de cada municipio de Cuba, a todos aplaudiremos en estas competiciones.
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