14 octubre, 2021 by rolando

En solo 20 días han fallecido tres miembros de una familia cabaiguanense a causa de la COVID-19

Por: Aramis Fernández Valderas

La muerte ha tocado tres veces en la puerta de la familia Porra – Cancio. En 20 días, en tres ocasiones ha entrado decidida en llevarse a algún miembro de la familia, y lo ha hecho. Es como si estuviera en contubernio con la COVID-19 para arrasar a esta generosa prole. Cabaiguán está conmovido, no son palabras echas.

Primero el pasado 24 de septiembre Xiomara Cancio López, fue la primera en fallecer por los efectos de la pandemia, su esposo Edy Porra, estaba mal y tan solo cuatro días más tarde, murió, ambos a causa de la COVID-19. Este miércoles 13 de octubre, el hijo de ambos, Obel Porra Cancio fue hacerles compañía a sus padres al no soportar los golpes de la epidemia.

Aficionado y practicante del beisbol, trabajador de la gastronomía, un muchacho jovial, también padre y en extremo bonachón y dormilón, en plenitud de su vida, rompe con ella dejando una obra inmensa que pudo haber enfrentado si la encaprichada muerte no se hubiese enfrascado en diezmar a tantas personas.

Hace solo 16 días escribía “Aún tiene calor en la piel, hace menos de una semana de su peregrinar al campo santo, la COVID-19 hizo añicos la vida de Xiomara Cancio López. Eddy Porra, un tipo que noqueaba a cualquiera cuando en su juventud subía al cuadrilátero, la tarde de este martes perdió su último combate y fue a unirse con su esposa, no creo que solo haya sido la pandemia la que le rompió el corazón, sino también la pérdida del amor de su vida”.

Veinte días después, creo que el cátcher del equipo de beisbol de Cabaiguán, tampoco falleció solo a causa de la enfermedad, su corazón fue roto además, por la partida de sus padres y no encontró manera mejor de remediar los dolores que caminar al encuentro de quienes le dieron la vida y fraguaron sus valores de hombre.

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