La venta regulada de cigarros en la red comercial en Cabaiguán causa molestias en los consumidores del territorio razón por la que en cualquier esquina los que fuman o compran para la reventa lanzan un mar de opiniones
Por: Lillipsy Bello Cancio
Otra vez políticas de distribución y ventas signadas por la premura atentan contra el feliz propósito de una intención. Esta vez relacionadas con el expendio de cigarro (el de la shopping, como popularmente se conoce) en la cadena CIMEX que se ofertó a varias bodegas de la cabecera municipal a finales de la semana anterior.
La llamada del consumidor molesto (a la postre con toda la razón) anunciaba la implementación de decisiones que, lejos de contribuir a la satisfacción de los fumadores, provocó malestares que bien hubieran podido evitarse.
El caso es que se vendieron, al unísono, cantidades diferentes de cigarros a las bodegas: a unas se les vendieron 4 cajetillas, a otras cinco y a las más, siete… ¿por qué? Encuestados los rectores de este proceso esgrimen el argumento de que los niveles de distribución por los puntos de venta no tomaron en cuenta ni el número de núcleos ni la cantidad de unidades que comprarían en cada uno.
Más de dos años han transcurrido desde que la pandemia y la crisis económica obligaron a los territorios a adoptar decisiones para lograr que la mayor cantidad de productos posible llegara a una mayor cantidad de familias y con ello se evitara el acaparamiento por parte de un puñado de inescrupulosos que especulaban a costa de la necesidad y las escaseces.
Más allá de lo anecdótico o de si se trata de un artículo de primera necesidad, lo cierto es que lo que sucedió con el cigarro puede suceder con el pollo o con el detergente… ¡y ya sabemos lo que esto generaría! Porque es verdad que no siempre se reciben las mismas cantidades, pero es que esta vez, la venta desigual ocurrió el mismo día y en una sola cadena.
Son muchas las responsabilidades de los directivos que conducen estas tareas, innumerables los planes por cumplir y las autogestiones que hacer, pero, sin demeritar ninguna creo que todo lo que tiene que ver con servicios al pueblo, tiene una prioridad intrínseca que en estos momentos adquiere dimensiones privilegiadas.
Los de Comercio y los de CIMEX aquí han unido fuerzas, se han puesto de acuerdo, han conocido las interioridades de un lado y del otro… que estas cosas sucedan, no se justifica, sobre todo a estas alturas.
¿Qué habrá que dedicarle un par de horas más de pensamiento al tema? ¿Qué habrá que sacar mejor las cuentas? ¿Qué tendrán que postergar quizás hasta el siguiente mediodía el inicio de la venta? Todo será mejor que generar incomodidades en la población. Creo, firmemente, que el oyente que me llamó tenía toda la razón para estar molesto, que se debió distribuir el cigarro hasta donde alcanzara: si eran cinco cajas, cuatro o seis pero que fuera la misma cantidad para todos.
Si alcanzaba para dos bodegas, o para 8, si el pico no daba para otra de la cabecera municipal y había que llevar los cigarros para una de campo (más pequeña), si hay que involucrar más a los administradores de uno y otro lado (que al final y el principio es el mismo)… hubieran sido muchas las posibilidades, pero la única que no era concebible era la “insatisfacción del pueblo”… y lamentablemente… sucedió….
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