Por Daisy Pilar Martín Ciriano
Venezuela fue el último territorio donde prestó sus servicios Owen Blandino, en el 2004. Solo por algunos meses se mantuvo en funciones de instructor, ya que poco después comenzó a sentir quebrantada su salud. El 4 de junio, de ese año, se produjo su retorno a Cuba.
Al Gallo se le había acentuado un cuadro de disnea y dolor torácico constante. Apoyada por la dirección del Inder, la familia lo internó en el hospital Hermanos Ameijeiras de la capital cubana. Allí los médicos especializados en la rama de oncología, le diagnosticaron un carcinoma pulmonar en estadío cuatro, con metástasis del cerebro.
De regreso a Sancti Spíritus, el Dr. Ricardo Negrín Marrero, fue el encargado de su tratamiento. Durante el período de la enfermedad se convirtió en su médico de cabecera buscando soluciones para el tratamiento y tratando de mantenerlo con ánimo para luchar. Hasta en sus momentos finales al Gallo mantuvo su espíritu de lucha y horas antes de fallecer, presentó un cuadro de hipoxia cerebral que le condujo a la pérdida del conocimiento.
Así acompañado de amigos y familiares, aquel 3 de mayo de 2007, a las 3.30 de la madrugada, bajo una insuficiencia respiratoria aguda, dejaba de pelear el Gallo. Solo la muerte pudo vencerlo a la edad de 66 años.
Hasta las 10 de la noche su cadáver estuvo expuesto en la funeraria espirituana. Después se efectuó el traslado para su pueblo natal donde le esperaba su pueblo y donde fue sepultado.
En el día de ayer 3 de mayo, a trece años de aquel momento, han sido rescatadas las imágenes del funeral recogidas en un video por un camarógrafo local. La gentileza y el conocimiento de Ineldo Pérez Pino se han puesto de manifiesto al recuperar y entregar esta impronta, para la conformación del libro sobre la vida y trayectoria beisbolera del Gallo. De esta manera, también se suma a la colaboración de instituciones y organismos para la futura edición del texto.
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