Experimenta Cabaiguán alza de contagios de COVID-19

Por: Alexey Mompeller Lorenzo

Cabaiguán registró la mayor cifra de casos positivos a la COVID-19 de enero a la actualidad y la confirmación de 12 pacientes al cierre de este lunes,  seis veces superior al reporte que horas previas ofreciera el Ministerio de Salud Pública, tensa sobremanera el contexto sanitario que va de mal en peor.

“En cuatro personas no ha podido precisarse la fuente de infección, los demás resultan contactos de casos identificados con anterioridad y los restantes se consideraron sospechosos por debutar con síntomas”, señaló Armando Ulloa Martínez, director de la Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología quien agregó que los contagios se localizan en casi todas las áreas de salud.

Los diagnósticos se multiplican, sorprende que en una semana la cifra de positivos ascienda a más de una veintena, en 11 de ellos no se ha determinado cómo adquirieron la enfermedad, “de ahí la importancia de cumplir con las medidas de bioseguridad”, insistió el especialista al advertir acerca de los 17 controles de foco abiertos, tres generados en las últimas 24 horas en zonas rurales.

“Uno en la comunidad Noel Sancho, otro en Tres Palmas y un tercero ubicado en la finca La Ramona en las inmediaciones de la Autopista Nacional”.

La pandemia le ha costado a algunos cabaiguanenses aislarse por seguridad en sus domicilios al mantener nexos con enfermos del nuevo coronavirus mientras los cuatro centros para tales fines habilitados aquí, cubiertos en su totalidad, dan la bienvenida a un número no despreciable de contactos, añadió el Máster en Ciencias.   

“Se quedan en la casa aquellas personas consideradas vulnerables: ancianos con un deterioro físico y mental, pacientes en estadio terminal como consecuencia de una patología y niños pequeños para evitar exponerlos a riesgos”, sentenció Ulloa Martínez.

¿Superará el territorio la cifra de 200 casos positivos en menos de un año del aterrizaje de la COVID-19? La cuenta suma 182 confirmados durante ese período pero ponerle freno al SARS-coV-2 no es una utopía, la realidad por gris que sea puede cambiar de color si entre tantos matices predomina la responsabilidad.

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