domingo, diciembre 8El Sonido de la Comunidad
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Los Arias entre las familias fundadoras de Cabaiguán

Con el advenimiento del siglo XX, llegó también la conformación legal del poblado de Cabaiguán.

La gran afluencia migratoria de españoles, principalmente canarios y de otras nacionalidades, incluyendo árabes y chinos, dio prosperidad económica al territorio, sobre todo en el sector tabacalero y del comercio.

Muchas de estos pobladores, en su conjunto, contribuyeron al acto fundacional y dejaron sus huellas de forma tal que muchas de ellas han llegado hasta nuestros días.

Indudablemente la familia Crespo Guerra resalta como la que más dispersó su accionar por el poblado, pero existen otras que también vale la pena destacarlas por la pujanza que tuvieron en la urbanización. Así es el caso de los Arias, propietarios de grandes extensiones de terrenos urbanizados en la finca San Jerónimo, de las que en 1909, Antonio Arias Serrano, hizo donación de dos caballerías para la construcción de una granja avícola. También consta que en 1910 cumpliendo la palabra de su fallecido hijo Maximino Arias  donó los  terrenos de un solar en la calle Agramonte  para la construcción de una alcaldía y de un vivac.

Todas estas donaciones y otras gestiones a favor del desarrollo del poblado fueron reconocidas por el Ayuntamiento de Sancti Spíritus. En  fecha 7 de marzo de 1910 dieron público agradecimiento al Licenciado Antonio Arias por efectuar las restantes donaciones ofrecidas por su difunto hijo. A esta familia se le agradece la entrega de los solares 2 y 5 de la manzana A, para la construcción de la Sociedad El Progreso, edificio que aún se encuentra en ese lugar.

De esta familia resulta notoria la figura de Laudelino Arias, insigne maestro de diferentes generaciones de cabaiguanenses, considerado por las autoridades locales como tronco  de una de las familias más antiguas y del pueblo, según nota de pésame  ofrecida tras su  fallecimiento el 19 de mayo de 1919, en el periódico El Fénix.

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