Ramón Rodri reúne en sí gran parte de la historia cultural de Guayos
Por Héctor Cabrera Bernal (Historiador de Cabaiguán)
Inquieto y nervioso sobre el escenario, parece un adolescente quien actúa por primera vez, quiere darle todo al público, parece que canta en un festival permanente, nadie puede pensar que ese hombre tiene 76 años. Ramón Rodríguez Rodríguez nació para cantar, vino al mundo en un campito cerca de Guayos conocido por la finca de los Guerreros. Hijo de Adelino Rodríguez Yánez, de los Yánez de la Rana de origen canario y de la guayense Caridad Rodríguez.
De pequeño se muda para la Loma en el barrio de Guayos hasta los días de hoy. Por ese nombre que está inscripto nadie lo conoce pero si decimos Ramón Rodri entonces todos abrimos los brazos y decimos ese es Mongo Ramón Rodri el bolerista.
Conozco a Mongo desde hace muchísimo tiempo y hemos intercambiado muchas veces, pero confieso que entablar una conversación como la que tuvimos para este programa, Antena Cultural, nunca la habíamos tenido, confieso que quedé impresionado, Ramón Rodri para llamarlo ya por su nombre artístico es un conversador muy locuaz y basto conocedor de la música cubana.
¿Quién influyó en ti para la música?
Fue mi padre al que cantaba y tocaba en un conjuntico por allá por la Rana, y yo heredé aquello me gustaba cantar y lo hacía desde chiquitico.
En 1957 venía a Cabaiguán con mi amigo Oberto Rodríguez a cantar mexicano a una emisora que había aquí, creo que se llamaba Radio Cubanacán, tenía 11 años.
Ya con la Revolución se abrieron la puertas para los artistas aficionados y me incorporé al Combo Los Atómicos que dirigía René Díaz conocido como el Bate, conmigo estaban Pedro Julio y Cereli Macías, Cereli es la madre del famoso cantante Ricardo Amaray, voz líder de Manolito Simonet y su Trabuco, por la década del 70 comenzó en lo que es hoy la cancha de baloncesto “El Cabaret” y allí nos incorporamos todos.
Después el cabaret cambió la sede definitiva para el patio del Circulo Social, eso se remozó y quedó muy funcional y bonito y tomó el nombre de Cabaret El Patio, la genialidad y la entrega de Élcido Concepción hicieron un lugar maravilloso, daba deseos de cantar y la gente lo apreciaba mucho.
Allí surgieron otros grupos, como: Recuerdo de siempre, Los Mismos, Los Laser, Los Dalton y otros, también se incorporaron otros artistas aficionados todo bajo la batuta de Élcido.
¿Cuánto comienzas a llamarte Ramón Rodri?
Mira , Héctor o mejor dicho como te conocemos Macholín, en el cabaret había un animador del show que se llamaba Tito Díaz, era muy intrépido, muy despierto y nos cambió el nombre a casi todos buscando nombres artísticos, yo me enteré cuando me presentó porque a mí no me dijo nada, cuando fui a cantar el me presenta de esta forma: “ Cuando se hable de una voz, un estilo y una canción nos referimos a Ramón Rodri, yo me quedé frio y así me quedé hasta hoy.
Ramón Rodri: Cané en mil lugares, la promoción era enorme y la atenciones eran de primer nivel como si fuéramos artistas profesionales, es más, muchas veces cantamos con ellos y no había diferencia y con los artistas nos llevamos muy bien y ellos nos ayudaban, canté junto a Héctor Téllez, Alfredito Rodríguez, Miguel Ángel Piña y muchos más, recuerdo que hice una buena amistad con Lourdes Torres.
¿Y Chaflán? Le pregunto:
Chaflán era el padre de todos nosotros, siempre estaba en el Cabaret, tenía una gran afinidad con Élcido nos ayudó mucho, era un maestro.
¿Cuándo viene lo del Decano del bolero?
Mira, primero yo cantaba baladas que era lo que estaba de moda y cuando ya me puse viejo me acomodé al bolero que es para mí más fácil y es lo que canto ahora, por eso me llaman el decano del bolero porque creo que soy el más viejo de la provincia.
¿Qué significó para ti el Cabaret El patio?
Es la etapa más linda de mi vida, había atención, disciplina, mucha organización era un señor cabaret, le daba mucha vida a Guayos y a la provincia, Chaflán lo llamó: “El Tropicana del centro”, me permitió conocer artistas famosos, lugares como el teatro La Caridad de Santa Clara donde canté, Trinidad, El Teatro Principal de Sancti Spíritus.
Canté en mil lugares que mi mente ya vieja no puede recordar todo, canté hasta en La URSS en viaje de placer y allí me hicieron cantar. Al movimiento de aficionados le debo todo.
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