Sancti Spíritus entre Fidel y yo
Con 17 meses en el medio de prensa, la dicha de tenerlo en el lugar donde me había radicado al término de los estudios universitarios resultaba una verdadera bendición.
Entonces redactaba materiales y pulía los enviados al medio por corresponsales y colaboradores. Puntear en largas tiras de papel su discurso en la plaza aquel 26 de Julio de 1986 fue un orgullo sin par; escucharlo, fuente de inspiración que dura hasta hoy.
No imaginaba su regreso menos de tres años después, cuando ya con tres hijas adaptaba a las dos más pequeñas al círculo infantil y procuraba entender la prematura muerte de mi madre. Las grandes páginas del diario me devuelven hoy al Fidel de entonces acaparando titulares y espacios, con los detalles de la amplia cobertura que prodigaron al hecho mis colegas. E...