
¡Empieza, al fin, con el morir, la vida!
Por: Aramis Fernández Valderas
El 27 de noviembre de 1871, Cabaiguán era apenas una aldea con seis o siete casas que bordeaban el cuartel de la caballería española donde pernoctaban unos pocos centenares de soldados, a más de 320 kilómetros en línea recta hacia el oeste estaba la capital cubana donde ese día el gobierno de la corona de España cometía uno de los crímenes más horrendos que se recuerden en la historia de Cuba.
Aquel fue uno de los eventos más trágicos durante la Guerra de los Diez Años, ocurrido en el gobierno del General Blas Villate y de la Hera, Conde de Valmaseda.
En el caserío de lo que décadas después se convirtiera en el pueblo de Cabaiguán, nadie se enteró del acontecimiento, hasta que según ha trascendido en la tradición oral de generaciones tras generacione...