La disculpa de Fidel
Un alfabetizador espirituano evoca, 60 años después, el episodio que lo llevó a aquilatar en su justa medida la valía y el honor del líder de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz
Cuando lo despertaron a mitad de la madrugada, el capitán del Ejército Rebelde que había llegado preguntando por él llevaba tres días de caminata por la Sierra Maestra. Dijo que había viajado desde La Habana portando un encargo de Fidel, y que este debía ser entregado expresamente a su destinatario.
En el bohío campesino del cuartón Cebolla Blanca, un sitio intrincado en las proximidades de Guisa, terminadas las clases imperaba un silencio apabullante, por lo que el joven de 16 años percibió enseguida el llamado.
Cuando lo tuvo enfrente, el capitán se cuadró ante él. Sostenía un sobre sellado con un...